Crece el abordaje personalizado de la Leucemia Linfocítica Crónica

Conocer el perfil de de paciente y las características de cada caso el fundamental para lograra un tratamiento adecuado.Este tipo de leucemia es una de las más comunes  

Buenos Aires-(Nomyc)- Recibir la noticia del diagnóstico de cáncer puede desestabilizar a  cualquier persona, pero de manera afortunada, la ciencia avanzó en los últimos años, logrando en muchos casos aumentar la sobrevida de los pacientes y cronificar algunas condiciones que en el pasado habían sido de difícil tratamiento.

En la Leucemia Linfocítica Crónica (LLC), gracias al desarrollo de la medicina personalizada, se determina el abordaje terapéutico a partir de las características de cada paciente y del análisis molecular de su enfermedad, para mejorar su pronóstico y evolución.

Esta patología es una enfermedad oncohematológica que afecta a la sangre y a la médula ósea y se caracteriza por la generación acelerada de glóbulos blancos anormales.

Estas células, cuando funcionan de manera correcta, son las encargadas de combatir las infecciones.

La LLC es uno de los tipos más comunes de leucemia en pacientes adultos, representando el 30 por ciento de los casos, es dos veces más frecuente en varones que en mujeres y la edad mediana de aparición es a los 71 años.

Carolina Pavlovsky, hematóloga y jefa del departamento de investigación clínica de FUNDALEU, explicó, durante una conferencia en la que estuvo Nomyc que “cuando una de las células que va a formar glóbulos blancos cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente y por lo general, se divide más rápido de lo normal”.

“Las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea reemplazando a las normales y en algún momento, éstas salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre” continúa Pavlovsky.

Acerca del diagnóstico, Fernando Piotrowski, director ejecutivo de ALMA, reconoció que a toda persona que le dan el diagnóstico de leucemia se le viene el mundo abajo  “uno siente que se termina todo, porque tiene incorporado que cáncer es sinónimo de muerte. La palabra cáncer es muy pesada, tiene una enorme carga negativa. Afortunadamente, el diagnóstico no es el fin de nada y puede ser un nuevo principio”.

“Hasta hace unos años, había pocos tratamientos para esta enfermedad y si uno presentaba determinadas mutaciones genéticas, directamente no tenía cómo ser tratado pero los avances han sido una verdadera revolución y hoy existen muchas alternativas según el estadio en que se encuentre”, enfatizó Piotrowski.

El avance de la LLC es lento, por lo que puede no ser tan notoria la aparición de los síntomas y  en algunos casos, los pacientes son asintomáticos y el diagnóstico se realiza luego de un análisis de rutina en el que se detecta un aumento de glóbulos blancos.

Mas allá de esto, se debe generar una consulta con el especialista ante la presencia de anemia, causada por la deficiencia de glóbulos rojos, que suele provocar cansancio, debilidad y falta de aire; propensión a desarrollar infecciones, por la deficiencia de glóbulos blancos normales; y moretones o sangrado, por la baja cantidad de plaquetas.

Existe una variedad de tratamientos disponibles, entre las que están la quimioterapia, trasplante de médula ósea o terapia blanco dirigida  y su elección dependerá de diversos factores, como la edad, el estado general del paciente, sus características moleculares y signos y síntomas que presente.

Acerca de esto Pavlovsky expresó que “un tercio de los pacientes con LLC se comporta de forma indolente, permanece estable sin requerir tratamiento; otro tercio, luego de un tiempo desde el diagnostico, progresa y deberá iniciar un abordaje terapéutico y el último tercio, el más agresivo, es aquél que al momento de ser diagnosticado, debe iniciar un tratamiento, aunque  sólo se tratan aquellos pacientes que presentan síntomas u otros parámetros que indican que la enfermedad se encuentra en progresión”.

En los últimos años, se ha ido avanzó hacia lo que se conoce como “medicina personalizada”, adonde la indicación terapéutica se define tras conocer en detalle las características del paciente, incluyendo la existencia de determinadas alteraciones genéticas, porque eso permitirá conocer qué tratamiento es el que más lo beneficiará y con cuáles no es necesario desperdiciar tiempo valioso o someter al paciente a terapias con potenciales efectos adversos sin la garantía de efectividad.

Según qué mutación genética esté presente, el pronóstico será más favorable o menos favorable y  en un estudio realizado en 325 pacientes con LLC, se vio que el 55 por ciento tenía una deleción, es decir pérdida de una porción en el cromosoma 13q, lo que implica un mejor pronóstico.

El 7 por ciento presentaba una deleción en el 17p, lo que se asocia con una progresión rápida y un pronóstico menos favorable.

Sobre esto Pavlovsky explica que “los pacientes portadores de esta alteración genética no responden al tratamiento convencional, requieren de tratamientos más específicos y personalizados y por suerte en la  actualidad, se ha avanzado mucho en este campo, con terapias que permiten mejorar tanto la sobrevida como la calidad de vida de estos pacientes”.

Aunque el tratamiento se sigue basándo, mayoritariamente, en la quimioinmunoterapia, tiene mayor importancia aquella opción dirigida al blanco molecular y hoy se cuenta con dos avances importantes: el mayor conocimiento del perfil del paciente en cuanto a características genéticas y moleculares, lo que nos permite una selección más precisa del tratamiento adecuado, y el desarrollo de nuevas terapias, particularmente biológicas, que atacan anomalías funcionales específicas de las distintas formas de leucemiaagrega la especialista.

Para determinar el grado de compromiso de LLC, se la clasifica según diferentes etapas, conocidas como ‘estadios de Rai’: de riesgo bajo, intermedio y alto.

Esta última etapa se manifiesta con anemia severa y bajos niveles de plaquetas.

“Desde las asociaciones de pacientes, buscamos brindar cuidado y contención a los pacientes, formando un sostén importante. Quienes formamos parte de asociaciones de pacientes ya hemos transitado las etapas que viven quienes han recibido un diagnóstico recientemente, por lo que pueden encontrar en estas organizaciones una ayuda franca”, aseguró Piotrowski.

Tipos de leucemia                                                                                                                                                                                                   Las células sanguíneas son producidas por la médula ósea, un material esponjoso que se encuentra en algunos huesos. A medida que se dividen y maduran, se transforman en células sanguíneas de diferentes tipos.

Existen dos tipos principales de leucemia: agudas y crónicas que, a su vez, se subdividen en mieloide o linfoide.

Las agudas, como la leucemia linfoblástica aguda (LLA) o la Leucemia mieloide aguda (LMA), se caracterizan por una progresión rápida y descontrolada, afectando principalmente a las células primitivas o inmaduras, con acumulación de las mismas en la médula ósea y sangre periférica. Estas células inmaduras no pueden realizar sus funciones normales. Las leucemias agudas requieren un tratamiento de inmediato.

En las leucemias crónicas, como la Leucemia Mieloide Crónica (LMC) y Leucemia Linfática Crónica (LLC), el crecimiento de las células es progresivo y más lento, permitiendo la proliferación de mayores cantidades de células más desarrolladas.

En general, estas células más maduras pueden desempeñar algunas de sus funciones normales y un tercio de los pacientes con LLC no va a requerir nunca tratamiento para su enfermedad, por comportarse de una forma indolente.

  • Leucemia Linfocítica crónicaRepresenta el 30 por ciento de los casos de esta patología.
  • Leucemia Linfoblástica aguda:Más común en menores de 5 años, con un 11 porciento de las leucemias.
  • Leucemia Mieloide Crónica: representa un 11,5 por ciento de los casos
  • Leucemia Mieloide aguda: es la más común de las leucemias en adultos con un 36 por ciento de los casos.

Nomyc-28-9-16

 

« Volver