Un vecino platense inventó una estructura que sirve para “aislar a los pacientes” y la donó a hospitales y también extendió la idea a sillas de ruedas para proteger a las personas que discapacidad para movilizarse

Buenos Aires-(Nomyc)-Con el fin de aislar a pacientes que recién ingresan al hospital con síntomas de COVID-19, y evitar que esa medida se tome de forma invertida con los profesionales de la salud que los reciben, porque “sino el hospital se queda sin profesionales” para la atención de la crisis un vecino de la capital de la provincia de Buenos Aires creó este dispositivo.

El invento está formado por un armazón de hierro y aluminio que sirve de soporte a un plástico que permite aislar al paciente ingresado,cuando todavía no se le hizo el test y se desconoce si está infectado y Cristian Fernández, el creador de “burbujas para sillas de rueda”, comentó la iniciativa en diálogo con Martín Strilinsky y Fabián Debesa, en FM CIELO. 

“Se trata de una media burbuja que se coloca arriba de la camilla, para aislar a las personas que pueden estar contagiadas, porque cuando llegan aún se desconoce si tienen o no el virus y proteger a los profesionales de la salud que los reciben es muy necesario”, aseguró Fernández. 

Según relató, la idea surgió porque su esposa trabaja en el hospital Español de La Plata, y “un día llegó de trabajar muy quebrada porque había entrado un posible Covid-19, y había aislado a muchos de sus compañeros, entonces se me vino a la cabeza: si por una persona aíslan a 12, que lo atendieron, el hospital se queda sin gente”.

“Me puse a pensar además por la salud de mi persona, porque en mi casa somos 8, y empecé a sumar, si el resto de los trabajadores del hospital tiene 5 o 6 personas en su familia y hay 600 empleados, entonces se nos ocurrió pensar una idea para ayudar a bajar la curva de contagios y dar una mano”, continuó Fernández. 

En ese sentido, según contó que la idea, en realidad se le ocurrió a Ana Barrios, una enfermera del Hospital que trabaja con su esposa que “le pasó la idea a mi esposa, ella me la contó y yo la tomé y logramos llevarla a la práctica con otro amigo, compañero del hospital, Fernando García”. 

Fue su esposa y el resto de sus compañeros delegados, “que se re mueven para ayudar”, la que habló con las autoridades para acercarles la idea y así llegó la donación. 

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