Un relevamiento a profesionales de la salud arrojó que este trastorno digestivo es motivo de consulta habitual con el pediatra y la cifra asciende al 90 por ciento entre los gastroenterólogos

Buenos Aires-(Nomyc)-La constipación es un problema frecuente en la infancia y según los resultados de una encuesta reciente, llevada adelante por la consultora IPSOS, el 77 por ciento de los pediatras y el 90 por ciento de los gastroenterólogos, atendió casos de constipación en los 6 meses anteriores y este trastorno digestivo, prolongado en el tiempo, puede impactar de manera significativa en las emociones de los niños, su ánimo y capacidad de socialización y también es la causa más frecuente de ingreso de niños a servicios de urgencia o atención primaria por dolor abdominal agudo.

Este contexto tan extraordinario de pandemia y aislamiento modificó rutinas familiares, horarios, hábitos alimenticios y, sobre todo, alteró el ritmo de la presencialidad escolar y los más chicos tuvieron que realizar un enorme esfuerzo para adaptarse a una nueva realidad.

En lo que respecta a los cuadros de constipación, la evidencia muestra que existen tres situaciones puntuales que tienden a desencadenarlos: estos son los cambios en la dieta como al incorporar los alimentos semisólidos, los desafíos del abandono del pañal y el inicio de la escolarización, cuando el baño ya no está tan a mano como en casa.

Los niños pueden sentirse culpables o avergonzados, sobre todo  si experimentan episodios de incontinencia, por lo que es importante conversar con ellos sobre el tema con claridad, en la medida que su edad y neurodesarrollo lo permitan.

El aporte de fibra en la dieta, que proviene de frutas y verduras, es clave para el adecuado tránsito digestivo, pero, por lo general, su ingesta es baja.

La primera Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, de 2007, mostró que la dieta del 97,8 por ciento de los niños y niñas de 2 a 5 años no cubre la recomendación de fibra y como dato más actual, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019, sólo el 6% de la población cumple con la recomendación diaria de frutas y verduras.

Como explicó Jacqueline Schuldberg, nutricionista y  Coordinadora del Grupo de Estudio en Pediatría de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND), “todas las frutas tienen fibra y también son muchas las verduras ricas en este nutriente como la lechuga, berenjena, brócoli, acelga, apio, espinaca, repollo colorado o blanco, coliflor, espárragos, tomate, pimientos, alcaucil, berenjenas, pepino, zapallitos y rúcula, entre muchas otras y cuantas más crudas se consuman, mejor será el aporte de fibra”.

La ingesta diaria de fibra debe ser acorde a la edad y necesidad de cada niño, por lo que a partir de los 2 años, se recomiendan hasta 5 g/día.

La barrera más frecuente contra la ingesta adecuada de fibra, entre otros nutrientes, explicó la nutricionista, “es la selectividad alimentaria del niño ya que, por ejemplo, algunos solo comen blanco: fideos, papa y arroz, pero ayuda variar las recetas e involucrarlos en la compra y preparación de las comidas, lo que los acercará a su aceptación” continúa la nutricionista.

“Las verduras pueden ofrecerse en tartas, tortillas, buñuelos en preparaciones saludables y las frutas, incorporarse en trocitos y combinadas entre sí, para aportarle color al plato” agrega Schuldberg.

Nutricia Bagó, líder en leches infantiles, lanzó Vital 4 Fibra Plus, una propuesta rica en fibra y otros nutrientes, sin azúcar agregada, pensada para niños y niñas con tendencia a desarrollar constipación funcional en las etapas clave de su crecimiento, a partir de los dos años de vida.

Sobre este complemento, Schuldberg destacó que “una leche fortificada con fibra y prebióticos es un gran aporte para esta problemática y además, la leche es un alimento generalmente bien aceptado, con alta densidad de nutrientes, lo que significa que, en un solo alimento, aporta múltiples nutrientes como hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales”.

En un contexto epidemiológico como el actual, con niveles de sobrepeso y obesidad preocupantes, inclusive en la infancia, “una propuesta sin azúcar agregada como esta leche rica en fibra puede representar una aliada válida para promover una alimentación más equilibrada y, en definitiva, un estilo de vida más saludable” concluyó la especialista.

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