Cómo tratar las cicatrices, ese recuerdo de vida que no se borra tan fácil

Se puede aplicar láser, cremas y otros métodos pero lo ideal es cuidar la cicatrización desde el primer minuto

Buenos Aires-(Nomyc)-Caerse de la bicicleta de niño, quemarse con un horno o someterse a una operación de apéndice: todas estas experiencias dejan cicatrices más o menos visibles para el resto de la vida y no siempre terminan teniendo el aspecto que uno desea.

Las cicatrices se forman cuando la herida llega a la dermis, la capa intermedia de las tres capas de la piel, que contiene folículos capilares, glándulas sudoríparas y la mayoría de los receptores sensoriales, mientras que las heridas que afectan la capa superior de la piel, conocida como epidermis, como por ejemplo los raspones, sanan sin dejar cicatriz.

Las cicatrices son reemplazos de la piel, no tienen folículos capilares o glándulas sudoríparas y tienen más tejidos conjuntivos que la piel normal debido a que, luego de una lesión, el cuerpo se esfuerza por formar lo más rápido posible una barrera contra agresiones externas y los tejidos conjuntivos rellenan las partes donde falta tejido y finalmente, gracias a una transformación en células similares a los músculos, cierran la lesión.

Este mecanismo es muy efectivo, ya que el cuerpo prioriza la seguridad y no la belleza ya que cerrar una herida rápidamente es cuestión de supervivencia.

Al principio la cicatriz es rojiza, pero con el tiempo empalidece y se pigmenta ligeramente y luego de un periodo de unos tres años de maduración, adquiere su color y forma definitivos.

No sólo el tipo de lesión, sino también el lugar del cuerpo y el cuidado influyen en la forma que tendrá la cicatriz ya que en lugares donde hay una tensión especial de la piel, como por ejemplo el pecho y los hombros, pueden formarse cicatrices más llamativas.

Mientras se está curando la herida, es conveniente “dejar tranquila” a la cicatriz y no andar sacando permanentemente la venda para no generar tensión en la sutura y además  es importante usar una crema con pantalla solar durante los primeros seis meses. El sol puede “sobrepigmentar” la cicatriz y hacer que se vea más oscura.

Cuando la cicatriz es más gruesa de lo normal, los expertos hablan de una cicatriz hipertrófica o queloide que es causada por la formación excesiva de tejido nuevo en la curación que a veces sobrepasa incluso los límites de la herida original y según los especialistas “que se forme o no queloide depende probablemente de factores genéticos”.

Sin embargo, muchas personas viven como un defecto cicatrices que sanaron bien y aunque muchas cremas y apósitos prometen mejorarlas, la realidad es que el aspecto final que tendrá una herida no depende de las cremas, aunque sí es posible volver las cicatrices algo más suaves y flexibles. Para ello, se masajean las cremas en la piel con un aparato de ultrasonido.

Otro mito es que las cicatrices desaparecen, de manera “mágica” con láser.                                                                                                     Nomyc-29-3-17

 

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