¿Cómo sería una ‘Tierra’ en órbita alrededor de Alfa Centauri?

Un equipo de investigadores calcula las características que debería tener un planeta similar al nuestro en el sistema estelar más cercano a nosotros

Buenos Aires-(Nomy)-Con casi 5.000 exoplanetas descubiertos, una cifra que además sigue aumentando cada día, la búsqueda de una ‘nueva Tierra’ entra en una fase totalmente nueva ya que la simple catalogación de miles de mundos nuevos ya no es suficiente, por lo que ahora se trata de caracterizar los más prometedores, analizar sus atmósferas y buscar en ellas los signos de la vida.

Esto era algo técnicamente imposible hasta ahora, pero que los nuevos telescopios, como el James Webb, lanzado el día de Navidad del año pasado, o el Extremely Large Telescope (ELT), en construcción, sí que serán capaces de abordar en los próximos años.

¿Pero qué es exactamente lo que deberían buscar? o dicho de otra forma, ¿cómo sería una “Tierra” orbitando una estrella similar al Sol? y para averiguarlo, un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, conocida simplemente como ETH Zurich, se propuso averiguar cuál sería la composición elemental de un hipotético planeta en la zona habitable de las dos estrellas como el Sol más cercanas a nosotros: Alfa Centauri A y Alfa Centauri B como se ven en la imagen que acompaña esta nota, o dicho de otro modo, cómo sería un planeta parecido a la Tierra en ese sistema estelar y los resultados de este trabajo se acaban de publicar en ‘The Astrophysical Journal’.

A unos 4,36 años luz de distancia, Alfa Centauri es el sistema estelar más cercano a la Tierra, formado por tres estrellas, Alfa Centauri A (o Rigil Kentaurus), Alfa Centauri B (o Tolimán) y Alfa Centauri C (o Próxima Centauri, por ser ésta la más próxima al Sol) y el modelo llevado a cabo por los investigadores se basa en las composiciones químicas medidas por espectroscopía en las dos primeras, la tercera es una enana roja, muy diferente al Sol, de las que, debido a su proximidad, se dispone de una gran cantidad de información.

A partir de estos datos, los científicos del ETH Zurich lograron proyectar las posibles composiciones que tendría un hipotético cuerpo planetario que orbitara cualquiera de las dos estrellas, con lo que llegaron a predicciones muy detalladas sobre las propiedades de su planeta modelo, al que llamaron ‘α-Cen-Earth’ o Tierra de Alfa Centauri, incluida su estructura interna, mineralogía y composición atmosférica.

Así sería la “nueva Tierra”: bajo la dirección del astrofísico Haiyang Wang, el equipo de investigadores ha conseguido dibujar una cautivadora imagen de un posible exoplaneta en Alfa Centauri A ó B y según el artículo, si realmente existe, es muy probable que α-Cen-Earth tenga una geoquímica muy similar a la de nuestra Tierra, con un manto dominado por silicatos, pero enriquecido con elementos que contienen carbono, como el grafito y el diamante y la capacidad de almacenamiento de agua en su interior rocoso debería, también, ser equivalente a la de nuestro planeta natal.

Pero no todo serían similitudes, ya que según el estudio, α-Cen-Earth también se diferenciaría de la Tierra de varias formas, con un núcleo de hierro algo más grande, menor actividad geológica y una posible falta de tectónica de placas, pero sin embargo, la mayor sorpresa fue que la atmósfera primitiva del hipotético planeta podría haber estado dominada por dióxido de carbono, metano y agua, igual que la de la Tierra en el eón Arcaico, hace entre 4.000 y 2.500 millones de años, cuando surgió la primera vida en nuestro planeta.

Su atmósfera: el estudio, además, destaca porque el modelo es capaz de incluir predicciones sobre la presencia de elementos volátiles, algo extremadamente complicado ya que, si bien se sabe que la composición química de los planetas rocosos o “terrestres” normalmente se corresponde con la de sus estrellas anfitrionas, eso es válido solo para los llamados “elementos refractarios”, es decir, rocas y metales.

Pero la correspondencia se rompe para los elementos volátiles, que son aquellos que se evaporan con facilidad, como el hidrógeno, el carbono y el nitrógeno, que son claves para entender si un planeta es potencialmente habitable.

La probabilidad de encontrar un “hermano mayor” de nuestra Tierra, ya que el sistema Alfa Centauri A/B es entre 1.500 y 2.000 millones de años más viejo que el Sol, es difícil que sea más favorable. Y entre 2022 y 2035, Alfa Centauri A y Alfa Centauri B estarán tan separadas una de otra para emprender la búsqueda de mundos alrededor de cada una de las dos estrellas sin el obstáculo del brillo de la estrella cercana.

De hecho, gracias a la nueva y poderosa generación de telescopios, los investigadores tienen la esperanza de que uno o varios exoplanetas alrededor de Alfa Centauri A/B se unan a los casi 5.000 exoplanetas que se han descubierto desde 1995, cuando los astrofísicos de la Universidad de Ginebra Michel Mayor y Didier Queloz, quien se unió a la facultad de ETH Zurich el año pasado, anunciaron el descubrimiento del primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar alrededor de una estrella similar al Sol.

El trabajo de Wang y sus colegas resulta importante para que los próximos esfuerzos para buscar planetas en el sistema Alfa Centauri tengan una base sólida en la que apoyarse y una serie de características bien definidas de los mundos que se pretende localizar.

Nomyc-21-3-22

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