Cómo pasar la cuarentena con pocas consecuencias psicológicas

El neurocientífico Facundo Manera brindó concejos sobre cómo atravesar este período

Buenos Aires-(Nomyc)-En momentos descomunales como este, nosotros pensamos y tenemos comportamientos y hay que saber cuáles son las conductas para que estas medidas sean racionales, porque se da algo que se conoce como ´Negligencia de la probabilidad´, que se estudia desde las ciencias del comportamiento, por el que frente a un evento nuevo, peligroso o un impacto emocional como el Coronavirus, solemos hacer caso omiso a las probabilidades y las calculamos, como la posibilidad de contagiaros de coronavirus, la facilidad en que los casos vienen a nuestra mente, es decir que, cuanto más chequeamos Internet, cuantos más casos grabes de China nos enteramos, más probable lo juzgamos” explicaba el especialista.

“Mas allá de la edad de cada uno y de que en las personas jóvenes es probable que puedan infectarse pero no enfermarse de coronavirus de manera grave, pero si una persona joven ve todos los días casos de China, casos graves de personas internadas o fallecidas, más probable nos parece que nos podamos contagiar” agregaba el neurocietifico en un reportaje radial el viernes pasado.

“Cuanto más fuertes son las imágenes o informaciones que nos llegan desde las redes sociales u otras formas de comunicación, más crece la sensación de riesgo y como el coronavirus es una amenaza real, pensar en él de manera permanente, de manera aparente activa ciertas emociones en el cerebro y aumenta la sensación de riesgo, es algo así como que usamos el afecto como información y si siento temor, hay peligro” ejemplificaba Manes.

“Esta ansiedad, al mismo tiempo, nos lleva a hacer algo que nos tranquilice y caemos en lo que se llama la ´ilusión de control´ como es por ejemplo comprar barbijos, nos alivia porque creemos que vamos a contagiar menos, pero esto tiene un costo porque este efecto es transitorio y luego la ansiedad vuelve peo más reforzada aunque este efecto del es transitorio porque luego vuelve, pero más reforzada, por lo que nos ´obligamos´ a tomar más medidas de seguridad” resaltaba el especialista.

“Estos fenómenos se dan en una caja de resonancia social, porque somos sensibles a los demás como se vio el domingo, por ejemplo, cuando un montón de personas fueron a comprar papel higiénico y tenemos que tener cuidado porque la mene funciona de esta manera, si lo hacen los demás, por qué yo no” aclaraba el especialista. 

“Este tipo de cosas tiene que ver como cómo decidimos, con cuál de los dos sistemas que tenemos lo hacemos, porque no podríamos vivir de un modo totalmente analítico, racional porque eso requiere de recursos cognitivos extraordinarios, gasto energético extra y no los tenemos por lo que la mayor parte del día usamos un sistema que es irracional, no consciente, automático, basado en experiencias previas, en hábitos, en aprendizajes y emociones previas y en un contexto que cambia” explicaba el creador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).

“Ninguno es mejor que el otro, por lo que de manera habitual cambiamos de uno al otro, aunque estamos muy influidos por el contexto, lo que dice o hace la gente influye mucho y si vas por la calle y ve a alguien que mira hacia lo alto de un edificio, es probable que uno se pongan a mirar y enseguida va a haber 10 personas que hagan lo mismo aunque nadie va a saber por qué están mirando, es decir que se imita mucho a otras conductas y en estos casos se pueden generar conductas irracionales” agregaba el también creador del Instituto de Neurociencias de la Fundación “Favaloro”.

“Con todo esto surge una pregunta, ¿cuál debería ser la media de las precauciones para contener el riesgo y para cuidar nuestra salud mental? pero para esto tenemos que seguir las recomendaciones de los organismos de Salud pertinentes, porque hacer de más, no reduce el riesgo, aumenta la ansiedad, puede provocar situaciones sociales complejas como el tratar de comprar muchos alimentos y gastos inncesarios, pero hacer de menos también es un problema, porque es común que no atendamos las recomendaciones de salud por lo que deberíamos hacer bien las cosas, concentrarnos en las cosas positivas que nos ocurran, tener un sentido colectivo e sociedad” continuaba Manes.

“Creo que es un momento para reflexionar, sobre la importancia de pensar de manera colectiva en una sociedad y a lo mejor esto, mas allá del duro momento por el que estamos pasando, nos deje muchas lesiones positivas” destacaba Manes.

“Los humanos, a lo largo de la historia, detectamos el peligro y sobrevivimos, por lo que diría que la emoción mas importante es el miedo porque tenemos emociones primarias que compartimos con otras especies y las secundarias que solo tenemos nosotros como el orgullo, la culpa, la vergüenza que los animales no las tienen” explicaba el neurocientífico.

“Las primarias son 6 y el miedo es la más importante porque es la que detecta el peligro y no hay nada más importante para la conducta humana que sobrevivir por lo que el miedo funciona como una respuesta psicológica y biológica para sobrevivir “ agregaba sobre el tema.

“La versión mas evolucionada del miedo es la ansiedad, que corresponde a una emoción que se orienta hacia el futuro y es un sistema mas complejo que se anticipa a la posibilidad de situaciones peligrosas” porque “a veces se imaginan las amenazas y en esto somos únicos pero lo dramático es que cuando tenemos ansiedad, el cuerpo muchas veces siente lo mismo que si el hecho sucediera de manera real y aunque esto del coronavirus es real, se tiene que tener una actitud mental positiva y se debe informar por los organismos oficiales” continuaba Manes.

“Esta ansiedad es lógica, porque el peligro existe pero, aunque hay mecanismos biológicos que no podemos evitar, hay que mantener cierta calma porque si no, es difícil continuar con la vida” concluyó el especialista.

 Nomyc-18-3-20

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