Charla de concientización sobre Traumatismo Encéfalo Craneal

“Desenmascarando/nos” es organizado por el Instituto de Neurología Cognitiva y en el mismo se exhibirán máscaras realizadas por personas que sufrieron Traumatismo de Cráneo

Buenos Aires-(Nomyc)-Junto a las máscaras intervenidas por personas que tuvieron ACV se mostrarán máscaras intervenidas por prestigiosos artistas nacionales integrantes de Buenos Aires Directo de Artista (BADA), como Mauge Saenz Asprea, Tito Saenz Rozas, Silvana Timó, Juan Kho, Sole Miguens y Ma. José Antelo y junto a esto, el 20 de marzo a las 19 en la sede de INECO, Pacheco de Melo 1845 se lanzará, una campaña con videos de los pacientes aportando su testimonio y experiencia de vida y en el caso de que los participantes requieran más información, puede ser solicitado a quienes forman parte de la muestra y será enviado desde el miércoles.

Sobre el Traumatismo Encéfalo Craneal                                                                                                                                                         “El Traumatismo de Cráneo (TEC) es el daño cerebral que ocurre en forma súbita a causa de un golpe en la cabeza o por un elemento que la atraviese, así como también por una fuerte sacudida que hace que la cabeza y el cerebro se muevan rápida y repentinamente de adelante hacia atrás”, explica Alicia Lischinsky, que dirige a un equipo de especialistas del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) encargado de esta patología desde un abordaje integral.

Afectación de funciones                                                                                                                                                                                “Pensemos que prestar atención, tener recuerdos, organizar nuestras tareas cotidianas, programar nuestro trabajo, las emociones que sentimos, todo esto ocurre dentro del cerebro”, comenta Lischinsky quien agrega que “entonces, cuando hay una lesión se pueden ver afectados cualquiera de estos aspectos que nos hacen humanos y desde las funciones intelectuales superiores hasta aquellas elementales como pueden ser comer, tragar, caminar, moverse y hasta nuestra forma de sentir y de actuar”.

Desde su experiencia de trabajo y el compromiso para recuperar el bienestar de sus pacientes, a la especialista le interesa transmitir que, aún cuando los casos parezcan muy graves, existen importantes posibilidades de recuperación.

“No existe más el pronóstico nefasto dado en el momento del accidente, porque lo cierto es que la capacidad de recuperación del cerebro no tiene límites conocidos porque, lo importante es que la persona vaya en busca de rehabilitación, una vez superada esa primera etapa aguda, y que sus familiares la acompañen y se involucren en su proceso de recuperación”, considera la especialista.

Causas más frecuentes                                                                                                                                                                                      Entre las causas más comunes que provocan los traumatismos de cráneo, se encuentran los accidentes de tránsito relacionados con autos, motos, bicicletas y peatones y también son frecuentes al practicar deportes como el rugby, el boxeo, el esquí, el automovilismo, e incluso en el fútbol u otros deportes con menor contacto o exigencia física.

Además, los adultos mayores y los niños son propensos a sufrir este tipo de traumatismo por caídas.

“Pero a pesar de que son tan frecuentes, creemos que nunca nos va a tocar a nosotros y cuando sucede hay una gran angustia, algo que los pacientes nos refieren como la sensación de un ‘hasta aquí llegué, después de esto se acabó todo’. Pero hay una forma de tratar estos problemas que permite que el paciente tenga la mejor calidad de vida posible: un abordaje holístico, el tratamiento interdisciplinario del traumatismo de cráneo, permite rearmar esa vida que fue interrumpida abruptamente por un accidente”, continúa la profesional de INECO.

La vida después de un TEC                                                                                                                                                                         Luego de un TEC es indispensable una evaluación clínica, cognitiva y conductual completa para realizar un diagnóstico específico y diseñar un programa de rehabilitación interdisciplinaria.

Se insistirá en este enfoque porque dado que el traumatismo provoca múltiples problemas – cognitivos, de la conducta, motores – es necesario abordarlo de forma integral, desde múltiples disciplinas.

En caso de trastornos del sueño y del ánimo convendrá que intervenga la Neuropsiquiatría, mientras que desde la Neuropsicología se tratarán las dificultades cognitivas como los déficits en la memoria, en la atención, en la capacidad para planificar y en el control emocional.

La Kinesiología, por su parte, deberá ser indicada en casos en los que exista alguna secuela motora o del equilibrio que haya que re-educar o re-estimular muscularmente, algo que resulta muy importante para la reinserción del paciente en el ámbito familiar, social y laboral.

Si se registran dificultades en actividades cotidianas como el trabajo, el estudio o el tiempo libre un Terapista Ocupacional se encargará de generar espacios de entrenamiento individual o grupal para trabajar sobre cada una de estas áreas, mientras que desde la Psicoterapia Cognitiva se buscará acompañar al paciente, desde el punto de vista emocional durante todo el proceso de rehabilitación.

Los trastornos del lenguaje, la comunicación y la deglución se tratarán desde la Fonoaudiología con ejercicios puntuales ante problemáticas precisas y también las Terapias Basadas en Artes como la Musicoterapia, Arteterapia, Teatro Terapia, apoyarán la estimulación de la memoria, la atención, la motricidad fina y también las habilidades visoespaciales, con lo que se contribuye a fortalecer la autoestima, la comunicación y las relaciones sociales del paciente involucrado.

“Para finalizar, considero que una de las claves está en la información, en no tener miedo de preguntarle al profesional todas las dudas que tengan, en conocer los recursos que existen y no darse por vencido, porque hay muchas posibilidades de rehabilitación. Por eso creo también en la Psicoeducación, en enseñarle al paciente y a su entorno qué es lo que ha pasado, cuáles son las que herramientas que pueden ayudarlo continuar y hasta crear un nuevo proyecto de vida, ayudándolo a encontrarse dentro de la nueva realidad en la que se encuentra inmerso”, agrega  Lischinsky.

Estar atento a las señales                                                                                                                                                                                  Cuando el traumatismo es importante por lo general hay pérdida de conciencia y el trauma va a generar que el paciente esté internado en terapia intensiva, en un estado de coma o de conciencia mínima, más allá de que responda a algunos estímulos por momentos.

“Pero hay otros casos en los que hay que prestar mayor atención, ya que muchos niños, adolescentes y adultos que sufren algún golpe en la cabeza, y presentan algún síntoma de conmoción leve en accidentes domésticos o deportivos, frecuentemente regresan con rapidez a sus actividades cotidianas” comenta la especialista.

“En estos casos de traumatismos leves es necesario el seguimiento durante las primeras 48 a 72 horas y resulta muy importante que tanto el paciente como sus familiares estén atentos a las señales: si duerme más, si por momentos se desorienta en un lugar o temporalmente, no sabe qué día es, desconoce un espacio o alguna persona), también los cambios en el humor o la conducta, si se encuentra más sensible o menos interesado, más apático” continúa neuróloga cogniotiva del equipo de INECO.

“Muchas veces en el primer estudio no se puede determinar la lesión y puede que se esté produciendo una hemorragia interna de manera muy lenta, en lo que se llama  hematomas dentro del cerebro después de un golpe que se van desarrollando a lo largo de los primeros días, es por ello que no hay que minimizar cualquier evento que ocurra, pueden ser pequeños indicios de lesiones cerebrales que requieran el adecuado tratamiento y recuperación” concluye la especialista.                                                                                                                                        Nomyc-19-3-19

 

 

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