Cerca del 20 por ciento de las especies de reptiles está en peligro

Especialistas de todo el mundo, entre los que participó un investigador del CONICET, evaluaron el estado de conservación de la población de este grupo de animales vertebrados a nivel global según el trabajo publicado en Nature

Buenos Aires-(Nomyc)-Según los parámetros de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés)), 961 especialistas de todo el mundo recopilaron datos e información específica de 10.200 reptiles y evaluaron que, de ese total, 1829 especies se encuentran amenazadas del que participa solo un argentino, Luciano Avila, investigador principal del CONICET y director del Instituto Patagónico de los Ecosistemas Continentales (IPEEC, CONICET), fue publicado en Nature.

“Pese a la enorme diversidad de especies, los reptiles están expuestos, en líneas generales y a gran escala, a peligros similares que otros grupos de vertebrados terrestres como aves y mamíferos. La destrucción del hábitat por la expansión agrícola, el desarrollo urbano, la introducción de especies invasoras y el tráfico de animales con fines comerciales se destacan entre las principales amenazas a nivel global, pero cada región tiene su particularidad”, explica Avila, que se especializa en el estudio de lagartijas que habitan las eco-regiones del monte y la estepa patagónica.

“A nivel local la desertificación sin duda es una gran amenaza y han comenzado a sucederse en la región, incendios de gran magnitud, que han causado muchísimo daño en distintas poblaciones de reptiles. Y a niveles regionales más amplios, el desarrollo del extractivismo a gran escala de petróleo, gas y minerales provoca la destrucción de amplias zonas naturales de gran importancia para la biodiversidad”, agrega el investigador.

Esta es la primera evaluación integral en la que utilizan los criterios de la IUCN para esbozar el estado de situación a nivel mundial de especies de reptiles y que permitiría poder pensar acciones de conservación a futuro y la publicación pone de relieve que, aunque se dispone de evaluaciones integrales del riesgo de extinción para aves, mamíferos, y anfibios desde hace más de una década, hasta ahora los reptiles no habían sido estudiados bajo estos parámetros.

“Un problema global, por ejemplo, es el tráfico de animales y pese a que los gobiernos y otras entidades realizan esfuerzos para frenarla, esta red comercial sigue teniendo un gran impacto sobre poblaciones silvestres en grupos que son muy vulnerables como por ejemplo, en tortugas y lagartijas de las que hay especies que habitan en un área de distribución geográfica muy restringida, entonces el impacto de una colecta masiva puede ser muy drástico”, afirma el director del IPEEC.

En la publicación se destaca, además, que resta estudiar en profundidad los diversos impactos del cambio climático sobre las poblaciones de reptiles en cada una de las regiones que habitan.

“En Argentina, por poner tan solo un ejemplo, sabemos que el derretimiento de glaciares significa menos aporte de agua para todas las cuencas en el país y acelera el proceso de desertificación”, asegura Avila.

Para el científico, además, este tipo de trabajo son una oportunidad de intercambio para seguir haciendo foco en los problemas que afectan a estos animales.

“Los cocodrilos y las tortugas, por ejemplo, son uno de los grupos de vertebrados más antiguos. Han sobrevivido millones de años y hoy se encuentran amenazados. Estos encuentros entre especialistas permiten, además, pensar acciones de conservación y trabajar mancomunadamente a nivel regional, continental y global”, concluye el investigador.

Sobre la IUNC: es una organización no gubernamental que estableció una serie de criterios que permiten evaluar el estado de conservación de las especies.

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