Cerca de 4 mil argentinos son diagnosticados con cáncer de vejiga cada año

Según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer, esta patología representa el quinto cáncer más frecuente en varones, con 2.955 diagnósticos anuales1, solo precedido por los tumores de próstata, colon, pulmón y riñón. En las mujeres la incidencia es menor con más de 830 diagnósticos por año y ocupa el 15° lugar. En total, se registran más de 3000 nuevos casos cada año1

Buenos Aires–(Nomyc)-Sangre en la orina, orinar de manera más frecuente o dolor al hacerlo, infecciones urinarias, obstrucciones urinarias y dolores en la espalda o en la pelvis son algunas de sus posibles manifestaciones[2] son los síntomas de esta enfermedad por lo que en el marco del Día Mundial del Cáncer de Vejiga, que se conmemoró ayer, especialistas advirtieron sobre la importancia de prestar atención a estos síntomas y signos que ameritan la consulta con el médico de cabecera, ya que entre otras condiciones, podrían indicar la presencia de esta enfermedad y su detección y tratamiento tempranos mejoran considerablemente el pronóstico.

Cada año, se diagnostican 3.785 casos de cáncer de vejiga en la Argentina, con una relación de más de tres pacientes hombres por cada mujer: 2.955 vs. 830, por lo que  representa el quinto tumor más frecuente en hombres, solo precedido por los cánceres de próstata, colon, pulmón y riñón.

Mientras que, en las mujeres, su incidencia lo ubica en el 15° lugar1 y según el último informe de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación (DEIS) correspondiente al año 2022, fallecieron 1.267 argentinos por esta causa ese año, con 923 hombres y 344 mujeres[3].

Entre los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad, se encuentran algunos modificables, como el tabaquismo, y otros no modificables, como antecedentes familiares de cáncer de vejiga, haber estado expuesto en el trabajo a pinturas, metales o productos derivados del petróleo, haber recibido radioterapia en la pelvis o ciertos medicamentos que se usan en la terapia contra el cáncer, y beber agua proveniente de un depósito con concentraciones altas de arsénico, entre otros[4].

“De manera indudable, el tabaquismo se posiciona como el factor de riesgo principal en el desarrollo del Cáncer de Vejiga, porque es conocida la relación entre el hábito de fumar con el Cáncer de Pulmón y enfermedades cardiovasculares, mientras que se pasa por alto su asociación con los cánceres del tracto urinario” explica Jeanette Burton, médica oncóloga clínica, staff del Servicio de Oncología del Hospital Municipal de Agudos Dr. Leónidas Lucero, de Bahía Blanca.

“Los carcinógenos presentes en el tabaco se acumulan en la vía urinaria, especialmente en la vejiga, lo que incrementa significativamente el riesgo de padecer cáncer en esta área; el 50% de todos los casos diagnosticados son secundarios al tabaquismo y una persona que fuma tiene tres veces más riesgo de padecerlo”, agrega Burton.

Carlos Silva, Coordinador Médico y co-coordinador Psicosocial de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), agrega “aunque en general el Cáncer de Vejiga suele no dar síntomas hasta encontrarse en estadios avanzados, aquellos síntomas a los que deberíamos estar atentos y ameritan la consulta sin dilaciones son orinar con sangre en forma indolora y con coágulos y síntomas de irritación vesical como orinar muchas veces, ardor al orinar, obstrucción urinaria y dolor pélvico y estos, pueden aparecer una vez y luego no reaparecer o hacerlo recién después de mucho tiempo, por esa razón no se debe demorar la consulta médica esperando ver si se repiten”.

“En 9 de cada 10 casos, el cáncer de vejiga se presenta a partir de los 55 años, con una edad promedio de 70. No hay actualmente métodos de screening, como sí sucede por ejemplo con los de mama, cuello uterino, próstata o colon. Por eso es tan importante la prevención, que implica no fumar, buena hidratación, alimentación sana, actividad física y consulta temprana ante la aparición del primer síntoma”, explicó Burton, quien también es oncóloga del Centro de Cirugía Urológica (CCU) de Bahía Blanca.

Para llegar a su diagnóstico, debe realizarse una citoscopía, que es un estudio mínimamente invasivo a través de la uretra hasta llegar a la vejiga y, de encontrar una lesión sospechosa, se realiza una biopsia y en relación a los Tratamientos, si el tumor está localizado solo en la vejiga, la indicación es la cirugía, que de manera habitual es  precedida de quimioterapia y/o radioterapia y de manera eventual, inmunoterapia.

Si la patología se encuentra en estadio metastásico, es decir, cuando el tumor sale de la vejiga y se disemina a otros órganos o tejidos, la cirugía deja de ser una opción y se indican tratamientos sistémicos como quimioterapia, inmunoterapia o los anticuerpos conjugados con agentes citotóxicos, lo que pueden darse solos o combinados.

“En los últimos años ha habido grandes avances en el tratamiento de los tumores avanzados de la mano de la inmunoterapia, los anticuerpos conjugados a fármacos y de los tratamientos dirigidos a mutaciones específicas.  Todas estas herramientas, nos han permitido mejorar la sobrevida de los pacientes, y hablar hoy de codificación de la enfermedad”, concluyó Burton.

“Siempre los mejores escenarios se dan cuando la detección y el inicio del tratamiento se realizan en forma temprana y el tumor no se ha diseminado, pero estamos muy entusiasmados con los nuevos desarrollos, que nos están permitiendo, aun en estadios metastásicos, contar con herramientas sumamente efectivas”, finalizó Silva.

Acerca de LALCEC: es una asociación de la sociedad civil fundada en 1921, cuya misión es contribuir a reducir la mortalidad del cáncer en Argentina, trabajando día a día en tres ejes fundamentales: concientización, detección temprana y cuidado integral del paciente y su entorno.

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