Investigaciones recientes muestran que la respuesta a un tipo de terapias moleculares permite cronificar la enfermedad y en casos particulares hasta discontinuar el tratamiento

Buenos Aires-(Nomyc)-Hace poco tiempo se publicaron trabajos que demuestran que los pacientes que alcanzan una respuesta profunda y sostenida con Nilotinib, un  inhibidor de la Tirosina Kinasa, además de haber logrado la cronificación de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC), podrían suspender la toma de la medicación y permanecer libres de la enfermedad.

La investigación, liderada por Timothy Hughes y David Ross y publicada recientemente en la revista “Blood”, el órgano oficial de la Sociedad Americana de Hematología, observa que “es probable que la mitad de los pacientes estudiados pueda suspender el tratamiento farmacológico y aun así mantener la enfermedad en remisión”.

Sobre este tema Beatriz Moiraghi, hematóloga de planta del Servicio de Hematología del Hospital Ramos Mejía, explica que “es necesario ser muy cautos con estos nuevos resultados, ya que no dejan de ser investigaciones preliminares, y sin ninguna duda deberán complementarse con mayores evidencias”.

“No obstante –continúa– se abre una esperanza razonable para los pacientes con LMC, ya que los ensayos muestran que efectivamente un grupo de aquellos que habían alcanzado una respuesta molecular estable, logró suspender la terapia sin riesgo de recaídas e incluso, los que deben volver a recibirla, alcanzan la remisión de la enfermedad al retomar el tratamiento”.

Estos hallazgos podrían cambiar el esquema del abordaje terapéutico de esta enfermedad, planteando la posibilidad de suspender la administración de la medicación, en aquellos pacientes que hayan logrado una respuesta estable a largo plazo.

Se espera que los siguientes pasos que dará la ciencia médica estén focalizados en establecer qué tipo de pacientes o en qué condiciones podrán ser ‘candidatos’ a discontinuar la medicación.

“Todavía no están del todo claros los criterios de selección de estos pacientes. Seguramente, nuevos trabajos ayudarán a determinar en qué circunstancias corresponda indicar la discontinuación de la terapia”, subrayó Moiraghi.

Para lograr esto, los especialistas destacan la importancia del monitoreo mediante estudios moleculares y un reciente trabajo denominado “Presente y futuro del monitoreo molecular en la Leucemia Mieloide Crónica”, publicado en el “British Journal of Haematology”, destaca que “las respuestas moleculares más profundas pueden estar asociadas a una mayor sobrevida y de hecho se las considera fundamentales para conseguir una remisión libre de tratamiento”.

Hasta hace 15 años, la LMC tenía muy pocas posibilidades de tratamiento y la sobrevida promedio era inferior a los 4 años pero desde 2001, con el desarrollo del “Imatinib”, el primer exponente de las terapias contra un blanco molecular específico conocidas como inhibidores de la tirosina kinasa, se alcanzaron resultados impensados, ya que se logró la cronificación de la enfermedad, con tasas de respuestas sin precedentes, lo que hizo de éste y de los medicamentos de su clase que lo sucedieron, la terapia estándar en el tratamiento de la LMC.

Hoy la ciencia médica parece dar un paso más allá ya que las nuevas investigaciones permitirían pensar en discontinuar la medicación sin riesgo de recaída en un grupo de pacientes que lograron remisión de la enfermedad medida en una respuesta molecular estable.

Se estima que en la Argentina se diagnostican 400 nuevos casos por año de leucemia mieloide crónica, lo que representa aproximadamente el 15 por ciento del total de las leucemias en los adultos.

Además, se diagnostica de manera general a partir de los 60 años edad, con una  edad promedio 64 años y  con una ligera mayor frecuencia en hombres que en mujeres.

“Sin embargo, en algunos países de nuestra región, incluyendo a la Argentina, se ha encontrado que la edad de aparición es algo menor: un estudio en la población de pacientes que se atienden en el Hospital Ramos Mejía arrojó una mediana de edad de diagnóstico de 41 años”, aclaró la especialista.

La patología                                                                                                                                                                                                     Aunque de manera general no da síntomas y avanza en forma lenta y silenciosa, cuando se manifiesta suele hacerlo mediante cansancio general, pérdida de peso, sudoración nocturna sin explicación, fiebre, palidez y dolor en la zona superior izquierda del abdomen. De manea inicial el diagnóstico se realiza mediante un examen de sangre de rutina, y luego se complementa con estudios más específicos.                     Nomyc-31-8-16