Las personas con TEA no siempre pueden verbalizar el dolor físico por lo que observar la conducta puede revelar problemas biológicos cuyo tratamiento los beneficia en su calidad de vida    

Buenos Aires-(Nomyc)-Algunas personas diagnosticadas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) tienen problemas biológicos y sufren dolores en el día a día que, en general, quedan en segundo plano, invisibilizados y según investigadores del Mind and Life Institute (Instituto Mente y Vida) de la Universidad Davis de California, Estados Unidos, los niños con autismo son entre seis y ocho veces más propensos a sufrir trastornos gastrointestinalesque los que tienen un desarrollo normal.

“Estos trastornos en el aparato digestivo, que incluyen, estreñimiento, diarrea, infecciones crónicas y sensibilidades a múltiples alimentos, podrían estar relacionados con problemas de comportamiento como la irritabilidad, la conducta repetitiva y el evitar el contacto social y su tratamiento riguroso genera cambios positivos en la calidad de vida y en la sintomatología bajo la cual el TEA se diagnostica en muchos casos.

Sobre la relación entre alimentación y autismo, Nicolás Loyacono, presidente de la Sociedad Argentina de Neurodesarrollo y Trastornos Asociados (SANyTA) e integrante del modelo científico transdisciplinario TEA-Enfoque Integrador y coautor de Humanismo en medicina. El rol crucial del pediatra en el trastorno del espectro autista explicó que “la inflamación crónica e infecciones del tracto intestinal se asocian con un sistema inmune activado y con niveles incrementados de citoquinas proinflamatorias, que son las hormonas del sistema inmune, lo que tiene efecto directo cerebral y repercute en la conducta con síntomas como el aumento de la ansiedad, problemas con la motivación y con la socialización, el evitar situaciones nuevas y la adherencia a acciones rutinarias y repetitivas”.

Los chicos con autismo pueden obtener beneficios de unaevaluación completa de su estado gastrointestinal y “de manera particular aquellos que carecen de habilidades verbales y para ellos es probable que un tratamiento para aliviar sus problemas estomacales conduzca a una mejoría en los problemas de comportamiento” explica el especialista.

Microbiota intestinal y TEA: un estudio, publicado en la revista Microbiome, muestra que el trasplante de materia fecal para mejorar la composición y variabilidad de la microbiota intestinal resulta sumamente eficaz para el tratamiento de algunos de los trastornos gastrointestinales y del comportamiento asociados al autismo.

¿Qué es un trasplante fecal? Básicamente, la transferencia de las bacteriasde la flora intestinal de un donante “sano”, en cuanto a su microbiota intestinal, en la que se encuentran aproximadamente un millar de diferentes especies bacterianas, a un paciente con TEA y de esta manera, se consigue que el receptor pueda tener un microbioma intestinal con una composición y variabilidad “normales”.

Los resultados mostraron que el procedimiento generó beneficios a largo plazo para los receptores, caso de una mejora promedio de un 80 por ciento de los síntomas gastrointestinales asociados a los TEA y de una mejoría de un 20-25 por ciento en los trastornos del comportamiento, entre otros, las habilidades sociales y los hábitos del sueño.

Para recomendarlo como tratamiento y poder aplicarlo en la práctica clínica, se requieren estudios en fases II y III y “ahora, se busca ampliar la investigación sobre esta estrategia terapéutica mediante un estudio más grande y controlado con placebo, que se llevará a cabo en el futuro” explica Loyacona.

Más allá de este prometedor tratamiento consideramos que “se debe evaluar la multiplicidad de problemas médicos e intervenirlos adecuadamente en cada paciente a fin de garantizar la salud optimizada, ante todo” concluyó el especialista.

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