Así es WeChat, la app china “para todo” que inspira a Elon Musk al transformar Twitter en X

Desde compartir pagos con amigos, a llamar un taxi o pedir un divorcio, la plataforma centraliza casi todas las actividades cotidianas, lo que la convierte en la herramienta de recopilación de datos más voraz

Buenos Aires-(Nomyc)-A muchos nos cuesta recordar cómo era la vida sin teléfonos inteligentes, aunque en China es imposible imaginarla sin una aplicación en concreto, WeChat ya que no hay nada más cotidiano en la potencia asiática que esta superapp, que se utiliza para absolutamente todo en el día a día.

En China, cuando conoces a alguien, no te pide tu tarjeta de visita, tu cuenta de Instagram o tu número de teléfono, sino que pide la WeChat.

Cuando se va a pagar en un establecimiento, no te preguntan “¿en efectivo o con tarjeta?”; el consumidor desbloquea su móvil y muestra el código QR generado en la aplicación.

Acciones tan habituales como quedar con amigos, pedir comida a domicilio, pagar las facturas o el alquiler, coger un taxi, comprar entradas de cine o billetes de tren se realizan a través de WeChat y también se puede reservar una cita en el médico, e incluso solicitar un préstamo o un divorcio. Para muchos chinos, WeChat es Internet.

La plataforma desarrollada por el gigante tecnológico chino Tencent es indispensable desde que se pone el pie en el país, que es necesario mostrar un código sanitario generado en la app para pasar a inmigración y la que inspiró a Elon Musk para transformar Twitter, recientemente renombrada X, en una aplicación que integre funcionalidades de información, comunicación, pagos y servicios.

En sus propias palabras, en una “app para todo” ya que WeChat es el mejor ejemplo de este tipo de plataformas, que no existen en Estados Unidos o Europa, pero sí son comunes en Asia, ya que es una herramienta que cuenta con más de 1.000 millones de usuarios mensuales activos, solo en China.

Weixin, su nombre en chino, apareció 2011 como una simple plataforma de mensajería instantánea al estilo de WhatsApp, aunque integró mucho antes los mensajes de voz, las videollamadas grupales y los stickers.

La aplicación también surgía como alternativa a Facebook, Instagram o Twitter, prohibidas en China, permitiendo a los usuarios compartir fotos, canciones, textos o enlaces a artículos.

Incluso tenía funcionalidades como las de Tinder, como la de “buscar personas cercanas” o una mucho más ingeniosa, la de enviar un “mensaje en una botella”, con el deseo de que alguien la encontrase flotando en el ciberespacio.

Más cerca en el tiempo, incorporó la opción “Canales”, que hace las veces de Douyin (la versión china TikTok) y también como Tencent es una de las mayores empresas de videojuegos en línea del planeta, creadora de Fortnite y League of Legends, en WeChat también se puede jugar online.

Pero la primera gran revolución de WeChat más allá de las redes sociales llegó apenas cuatro años después de su lanzamiento, cuando combinó funcionalidades de pago y compras en línea que hasta entonces solo podrían estar disponibles utilizando diferentes apps de comercio electrónico y banca móvil.

Desde el punto de vista funcional, WeChat ahorra tiempo a los usuarios y espacio en sus dispositivos, aunque lo hace a costa de su privacidad: la aplicación conoce nuestra ubicación, nuestros hábitos, nuestros gustos, lo que hablamos, y un sinfín de información personal que el individuo comparte sin pestañear desde el inicio del día y hasta que se va a dormir.

Muchos expertos la consideran la herramienta de recopilación de datos más completa e inteligente del mundo: ha ayudado a Pekín a organizar todos los aspectos de la vida diaria y mantener el control del país.

Esto se volvió evidente durante la pandemia: bajo la estricta política de cero covid, era obligatorio mostrar, para absolutamente todo lo que incluyó entrar en el lugar de residencia, el código de salud que generaba la aplicación, lo que fue clave para detectar posibles casos positivos y decretar confinamientos.

El enorme alcance de WeChat en todos los rincones de la vida de sus usuarios generó preocupación por la censura, la vigilancia y la privacidad que pueden ejercer las autoridades a través de ella.

Publicaciones que pongan en duda el discurso oficial desaparecen en cuestión de minutos y cada vez son más las voces críticas cuyas cuentas fueron suspendidas por hablar en contra del Gobierno, ya que el éxito de la app se debe en gran medida al entorno digital único del gigante asiático, donde los servicios que en Europa y Estados Unidos se utilizan a diario están bloqueados, así como muchos medios de comunicación internacionales.

Nomyc-2-8-23

« Volver