Alertan sobre los peligros del uso de pantallas en menores

La Sociedad Argentina de Pediatría afirmó que el uso excesivo de pantallas en niños se asocia a trastornos en el sueño, sedentarismo, obesidad, problemas físicos como alteraciones visuales, contracturas musculares, tendinitis, depresión, ansiedad, trastornos vinculares y puede afectar tanto su desarrollo cognitivo, como emocional y social

Buenos Aires-(Nomyc)-Una investigación realizada en más de 2400 niños en Canadá demostró que cuanto mayor es el tiempo de exposición a las pantallas a los 2 y a los 3 años, menor es el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo de esos niños a los 3 y a los 5 años respectivamente y además, los especialistas instan a que los padres se replanteen el propio uso que hacen de los dispositivos electrónicos, para que puedan pasar tiempo de calidad con sus hijos y sean para ellos un ejemplo de utilización saludable de la tecnología.

“Hasta los 2 años no deben estar expuestos a estos dispositivos, mientras que entre los 2 y 5 años el máximo aceptable es una hora diaria, siempre con contenidos de alta calidad didáctica, apropiados para su edad y acompañados por un adulto responsable” señalaron desde la SAP.

“Por ‘pantallas’ nos referimos a cualquier dispositivo electrónico digital que proyecte imágenes, como televisores, computadoras, tablets, teléfonos celulares y videojuegos, entre otros. Lamentablemente, su uso comienza cada vez a edades más tempranas, a pesar de las recomendaciones actuales al respecto”, explicóNicolásCacchiarelli, médico pediatra, Prosecretario del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Las pantallas impactan de manera negativa por el contenido de lo que ven o hacen los niños mientras utilizan estos dispositivos y también por todo lo que dejan de hacer, como el desarrollo de vínculos afectivos con los demás, juegos creativos, lectura, estudio y actividad física, etcétera y el desarrollo del cerebro del niño depende en parte de las experiencias que vive y la pérdida de momentos de juego creativo tiene un fuerte impacto en su fortalecimiento.

Aunque todavía se están estudiando los mecanismos que intervienen para que la exposición a pantallas por sobre las recomendaciones produzcan efectos nocivos en la salud, entre las conclusiones preliminares se halló que el cerebro interpreta la luz azul de las pantallas como que “es de día” y por eso se producen alteraciones en el sueño. Además, se están empezando a describir problemas visuales más tempranos, contracturas musculares y tendinitis.

En cuanto a los efectos producto por todas las otras actividades saludables que se dejan de hacer, aparecen niveles importantes de sedentarismo, obesidad, depresión, ansiedad, trastornos vinculares y afectación general en el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño.

“El uso de pantallas a cualquier edad produce un efecto inmediato de detención del movimiento y de desconexión de lo que está ocurriendo alrededor. Esto, que a primera vista puede resultar “práctico”, impacta directamente en áreas sensibles del desarrollo de los niños pequeños como la calidad del sueño y el desarrollo del lenguaje y en la edad escolar, en la capacidad de concentración para el aprendizaje” detalló Laura KrynskiSecretaría de la Subcomisión de tecnologías de la Información (TICs) de la SAP.

En enero de este año, se difundió una investigación denominada “Asociación entre tiempo de pantalla y performance de los niños en una evaluación de desarrollo”, publicada en JAMA Pediatrics en la que se evaluaron a 2441 madres y niños menores a 5 años de Canadá y como resultado se supo que “hay una asociación directa entre el tiempo de pantalla al que se someten y el desarrollo cognitivo de los niños”.

“Las cifras que arroja este estudio son alarmantes, dado que muestra, por ejemplo, que los niños de 2 años se encuentran expuestos a pantallas en promedio alrededor de 2 horas y media por día, y a los 3 años, más de 3 horas y media diarias. Y aquí se demostró la siguiente asociación: cuanto mayor es el tiempo de exposición a las pantallas a los 2 y a los 3 años, menor es el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo de esos mismos niños al ser evaluados a los 3 y a los 5 años respectivamente. Si bien estos datos son de Canadá y no contamos con estadísticas locales al respecto, todo indica que en nuestro país la situación sería muy parecida”, aseguró Esteban Rowenszteinpediatra, especialista en Desarrollo Infantil y Secretario del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria de la SAP,

Los especialistas de la SAP destacaron que “en caso de utilizar pantallas, la actividad debería estar asociada a los juegos propios de cada edad como por ejemplo, sería preferible pintar, leer un cuento o armar un rompecabezas en la tablet, en lugar de permanecer inactivo mirando videos en reproducción automática”.

Para Krynski, el juego y las actividades al aire libre son irremplazables en cualquier etapa del desarrollo, ya que estimulan las habilidades motrices y la sociabilización con los pares, así como también ayudan en el desarrollo emocional en esta etapa tan sensible de la vida.

“Cuanto más actividad física y movimiento, menos uso de pantallas y dentro del hogar, las propuestas alternativas son las que convocan la creatividad: lectura compartida, rompecabezas, encastres, plástica, juegos de rol, etc. y deben ser adecuados a cada edad para que representen un desafío porque los juegos tradicionales ´de crianza´ estimulan el vínculo con el otro y ayudan a resolver situaciones problemáticas y a interactuar con los pares, pero en el otro escenario, el juego electrónico es altamente adictivo desde su diseño secuestrando la atención de los niños y aislándolos de su entorno, y a su vez produce altos niveles de frustración ya que nunca es suficiente”, subrayó la especialista.

Respecto de los niños mayores, el riesgo que entrañan estos dispositivos, de acuerdo a la opinión de los especialistas, es la posible exposición a contenido inapropiado para su edad violencia o sexo, así como también ser víctimas de ciberacoso.

Otro aspecto a considerar, en opinión de Rowensztein, “es que no son sólo los niños los que utilizan de manera inadecuada estos dispositivos porque muchas veces son también los adultos quienes los utilizan en exceso, afectando notablemente el tiempo y la calidad de los momentos de encuentro compartidos con sus hijos y además, al representar el modelo que los niños toman, los padres indirectamente avalan y legitiman en ellos el uso excesivo por lo que cada vez vemos más adultos conectados a los dispositivos y desconectados de sus hijos, aunque los adultos debemos dar el ejemplo”.

“Además de la habitual exposición directa a las pantallas a través de su uso, existe un fenómeno que se denomina ‘exposición indirecta’, que implica que el menor consuma ese contenido cuando su cuidador está utilizándolo. Por ejemplo, un televisor encendido capta la atención del menor aunque se le proponga la realización de otra actividad. Esto interfiere en el circuito de comunicación reduciendo el tiempo de conversación, a la vez que limita la atención sostenida de los niños en el juego”, aseguró Marcela A. Caffulli, Pediatra, Diplomada en Neurodesarrollo Infantil, Miembro Titular del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la SAP.

“En contrapartida, utilizados en forma adecuada, siguiendo las recomendaciones que existen para cada edad, sin excesos y con el acompañamiento y supervisión de un adulto responsable, estos dispositivos pueden ofrecer distintos beneficios.  Han democratizado y simplificado el acceso a la información, en algunas situaciones favorecen la socialización, facilitan el trabajo colaborativo, promueven la adquisición de habilidades técnicas y ofrecen muchas posibilidades en el ámbito de la educación”, concluyó Rowensztein.

Acerca de la Sociedad Argentina de Pediatría: fundada el 20 de octubre de 1911 y bajo el lema “Por un niño sano en un mundo mejor”, la Sociedad Argentina de Pediatría es una de las instituciones científicas de mayor antigüedad en el país. Congrega a los médicos pediatras y a interesados en el estudio y la atención del ser humano en su período de crecimiento y desarrollo.

Su independencia de intereses sectoriales y coyunturales la ha convertido en una entidad asesora de gobiernos, universidades y distintas organizaciones de la comunidad en el área materno infanto-juvenil y el destino y el trabajo de la SAP se construyen diariamente con el esfuerzo mancomunado de sus más de 17 mil asociados, a través de 45 Filiales y 4 Delegaciones organizadas en 9 Regiones.

La SAP, a través de su cooperación con otros organismos internacionales (como UNICEF y OPS) y su integración a la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE) y a la Asociación Internacional de Pediatría (IPA), y el Foro de Sociedades de Pediatría del Cono Sur (FOSPECS), participa del movimiento pediátrico mundial.

Para mayor información, por favor contactar nuestro sitio web www.sap.org.ar

Nomyc-31-9-19

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