Advierten que la mujer retrasa cada vez más la maternidad sin atender su Reloj Biológico

La advertencia se hizo en el marco del Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad. El paso del tiempo es la primera causa de trastornos para concebir y se estima que sólo 4 de cada 100 mujeres después de los 40 años logran el embarazo aun recurriendo a técnicas de fertilización asistida

Buenos Aires-(Nomyc)-Retrasar la maternidad es una tendencia social universal, relacionada con dos fenómenos fundamentales: la priorización del desarrollo personal y profesional de la mujer y la postergación de la consolidación de la pareja y del proyecto de formar una familia y en este contexto la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) y la asociación civil “Concebir” observan que desde hace muchos años la edad promedio de ingreso de las pacientes a tratamientos de fertilización asistida se ubica luego de los 38 años, cuando el ovocito ya perdió gran parte de su capacidad y es mucho más difícil lograr el embarazo.

Por este motivo, y en el marco del “Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad” invitan a las parejas a no perder de vista el reloj biológico de la mujer y a conversar con el especialista en medicina reproductiva sobre el estado de su fertilidad, para tomar decisiones informadas sobre los riesgos de postergar o la concepción.

“La mujer no toma conciencia de esta situación, existe un amplio desconocimiento y todavía se relaciona al cese de la función reproductiva estrictamente con la menopausia, es decir, con los 45 o más años, pero es un error” advierte Stella Lancuba, médica especialista en Salud Reproductiva y vicepresidente de SAMER.

“Lo cierto es que hay más chances de concebir un hijo cuando la mujer tiene menos de 35 años, pero la competencia de los óvulos, es decir su capacidad de generar un bebé sano, es superior ya que la ideal es por debajo de los 30 y por eso necesitamos llevar adelante campañas de concientización para que las parejas estén al tanto de esta situación”, advirtió Lancuba.

Mas allá de esto y aunque la vitrificación de óvulos constituye, para algunas mujeres, una excelente opción para retrasar con cierta tranquilidad la búsqueda del embarazo, con la posibilidad de disponer de este reservorio biológico para ser utilizado cuando decidan emprender la maternidad, la especialista reconoció que “también en estos casos se está llegando tarde a los procedimientos”.

“Las últimas publicaciones respecto de la vitrificación de óvulos que han aparecido en las estadísticas europeas demuestran que si la mujer vitrifica sus óvulos antes de los 29 años, la tasa de efectividad clínica es mayor al 90 por ciento, es decir, que casi todas lograrán embarazos, mientras que si lo hace entre los 30 y 35 años la tasa de éxito cae al 45 por ciento por intento, y si la mujer vitrifica luego de los 36 años esa chance es menor al 30 por ciento”, explicó la especialista.

Gisela de Antón, quien recurrió a técnicas de reproducción asistida durante mucho tiempo y hoy es presidenta de la Asociación Civil “Concebir”, explicó que “por lo general la decisión de cuándo hacer la consulta sobre fertilidad pasa por la información que se recibe del ginecólogo”.

“Muchas veces, en nuestros talleres escuchamos que los ginecólogos les dicen a las pacientes que está todo bien, que no se preocupen tanto, cuando en realidad deberían ser los primeros en indicarles que a partir de cierta edad, lograr un embarazo puede ser más complejo” agrega.

“Nuestro objetivo, como médicos especialistas, para los próximos 10 años, es que todas las pacientes consulten a profesionales certificados en centros acreditados para poder realizar el mejor diagnóstico y la mejor orientación en términos de cuidados de la salud reproductiva” continúa.

“Hoy el concepto de la espera para hacer la consulta sobre fertilidad no va más, hay un cambio de paradigma, porque la espera es lo que hace perder la potencialidad. Toda mujer a partir de los 25 años debería acercarse a una consulta de prevención con un especialista certificado”, aseguró la vicepresidenta de SAMER.

“En la actualidad, sabemos que los tratamientos de fertilización con óvulos propios después de los 41 años tienen una probabilidad de nacimiento de bebé sano por ciclo menor al 3,7 por ciento y no queremos hacer tratamientos que fracasen: queremos que nuestra paciente llegue contenta sin costo físico ni emocional al bebé nacido, y para que esto se logre, el tratamiento de fertilización hay que realizarlo antes de los 37 años”, aclaró Lancuba.

Según lo señalado por la experta “la mayoría de los bebés nacidos por tratamientos de fertilización después de los 41 años, en un alto porcentaje -más del 80 por ciento- se debe a que la mamá optó por utilizar un óvulo donado”.

“La ovodonación es maravillosa pero implica la utilización de óvulos ajenos a partir de una donante fértil menor de 30 años y las pacientes deben conocer esta realidad”, enfatizó.

Para la presidenta de Concebir, “los tratamientos de fertilización ofrecen un sin fin de oportunidades, pero si querés hacerlo con tu propio material genético, sí o sí tenés que tomar ciertos recaudos como utilizar la vitrificación de óvulos”.

“Nos hacemos de todo para estar bárbaras: tratamiento de belleza, cirugías, nos matamos en el gimnasio, vida sana, pero la realidad es que el reloj biológico nos marca la edad que tenemos, la reserva de óvulos de que disponemos y si son o no de buena calidad y por eso `hay que estar lindas, pero sin descuidar nuestra salud reproductiva´” agrega.

En cuanto a la cobertura de los tratamientos de fertilización asistida, la señora de Antón destacó que “pese a que ya van 4 años de vigencia de la ley, todavía sigue siendo complicada y  en enero tuvimos una nueva resolución del Ministerio de Salud de la Nación que aclara qué es un tratamiento, porque las obras sociales y las prepagas muchas veces contaban como tratamiento una sola transferencia de embriones, hoy se sabe que son 9 chances”.

“Además –agrega– estamos a la espera de regulación de las técnicas, porque allí va a quedar conformado finalmente el registro de donantes que sirve desde la parte médica para saber cuántas veces donó una persona, hombre o mujer y dónde lo hizo y la cantidad de nacidos por cada donante, entre otras cosas”.

“Además como usuarios de esos bancos de gametas buscamos que el día de mañana nuestros hijos puedan recurrir a los datos del donante si lo desean”, concluyó.

Información Complementaria                                                                                                                                                                                       Madres solteras por elección                                                                                                                                                                                 Una de las tendencias actuales, que está viéndose cada vez más a partir del año 2006, son las madres solteras por elección.

“Es una tendencia social: como la mujer no forma tempranamente una pareja consolidada, busca el acceso a la maternidad a través del banco de esperma. En la Argentina, esto se vio sobre todo en la última década, de hecho nuestro banco de esperma, por ejemplo, antes de 2006 era utilizado por un 6 por ciento de mujeres solas que querían ser madres, mientras que en la actualidad la mujer sola que quiere ser madre utiliza el 30 por ciento de las donaciones de esperma del banco, hay un aumento exponencial”, aseguró Lancuba.

Para la especialista, “estas mujeres sí se han concientizado respecto de la competencia del óvulo y hoy se acercan a utilizar el banco porque saben que el reloj biológico les corre en contra y, al no haber conformado una pareja estable, resuelven el tema de la maternidad a través del banco de esperma”.

Sobre la reserva ovárica                                                                                                                                                                                             A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides constantemente, las mujeres nacen con todos los ovocitos, es decir óvulos, que van a utilizar durante su vida. Cuando alcanzan su primera menstruación tienen cerca de 400 mil óvulos para utilizar durante toda su vida reproductiva.

Cada mes, un número determinado de folículos comienza a crecer, sólo uno madura lo suficiente como para ovular y liberar el ovocito y el resto de los folículos se atrofia y se pierde. Esto quiere decir que el número de folículos y de óvulos va disminuyendo progresivamente mes a mes, situación que se hace más evidente a partir de los 35 años.

Procedimiento de vitrificación                                                                                                                                                                                   La vitrificación de ovocitos consiste en recuperar el óvulo a través de un procedimiento mínimamente invasivo. Ese óvulo es mantenido en sustancias que preservan intactas sus propiedades químicas y se procede a un congelamiento ultra-rápido que se realiza a altas velocidades con elevadas concentraciones de sustancias crioprotectoras.

Este procedimiento se hace en 15 minutos y permite que ese óvulo al ser extraído del cuerpo de la mujer mantenga intactas sus propiedades biológicas. Inmediatamente, se lo coloca en vapores de nitrógeno, a -196ºC, lo que posibilita que esas células mantengan sus propiedades vitales para que en el momento en que se decida recuperarlas y utilizarlas estén en perfectas condiciones biológicas de latencia.

“La ventaja de tener ovocitos vitrificados es que mantienen casi en un 100% su propiedad y su capacidad de sobrevida; son óvulos sanos, sin problemas para poder ser fertilizado en el momento que la mujer opte con su pareja y su proyecto parental futuro”, indicó la especialista.

Embarazo después de la Menopausia                                                                                                                                                                       Aunque muchas personas supone que cuando la mujer ingresa en este periodo de su vida se termina la posibilidad de quedar embarazada “hasta un año después de esto hay entre un 0,5 y un 1 por ciento de posibilidades de que esto suceda” aclaró Lancuba.                                 Nomyc-8-6-17

 

 

 

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