Advierten que cada vez más argentinos toman ivermectina para la prevención o el tratamiento del Covid-19

Algunos lo adquieren bajo indicación médica, otros por su propia cuenta, pero el crecimiento de la demanda provoca faltantes en algunas farmacias, pese a que es un medicamento que lo comercializan cuatro laboratorios distintos

Buenos Aires–(Nomyc)-En lo que va del año, se triplicó la venta de Ivermectina de los cuatro laboratorios que comercializan esta droga (Megalabs, Panalab, Cassará y Elea), entre las ventas en farmacias y las compras de las provincias que autorizaron su uso,  La Pampa, Misiones y Tucumán, o que lo producen de manera directa, como Corrientes, cuya utilización en estas provincias es tanto como profilaxis para el personal de salud como para tratamiento de los pacientes Covid positivos, mientras que la compra en farmacias seguramente responda a conductas preventivas.

Entre los motivos que dispararon esta “fiebre de ivermectina”, se encuentra la ausencia de otras alternativas terapéuticas, sobre todo en términos de prevención, la demora en la vacunación, el respaldo de un creciente sector de la comunidad médica, según  más de 42  estudios incluidos y finalizados en la National Library of Medicine de EEUU y su precio accesible, ya que un tratamiento preventivo de 8 semanas para una persona de 60 kg ronda los $ 3.000, esto sin tomar los descuentos de la obra social.

“Aunque hay en curso numerosas investigaciones que aportarán mayor evidencia sobre los beneficios de la ivermectina en la prevención y tratamiento temprano del Covid-19, muchas personas y profesionales médicos de nuestro país están recurriendo a la ivermectina por la demora en la vacunación, su bajo costo y por -sobre todo- sus beneficios evidenciados en las investigaciones publicadas, lo cual le da el carácter perfecto de la medicación compasiva (accesibilidad, existencia documentada previa, escasos o nulos efectos secundarios, y frente a una patología sin tratamiento definido)”, afirmó Héctor Carvallo, médico Endocrinólogo, Profesor Asociado de Medicina de la Universidad Interamericana (UAI) y ex Profesor de U.B.A., Maimónides y Morón.

“En su origen fue utilizado como agente antiparasitario en animales, le valió el premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 2015 a los Dres. Satochi Omura (Japón), y Willian Campbell (Irlanda) por proponer a la ivermectina -entre otros fármacos- para su uso en humanos para el tratamiento de la malaria y otras enfermedades transmitidas por parásitos”, agregó Roberto Hirsch, médico Infectólogo, Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Muñiz y Director de la Carrera de Especialista en Infectología (U.B.A.).

Hace muy poco tiempo, la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA) autorizó el uso de ivermectina a los médicos que lo soliciten para los tratamientos Covid-19, en respuesta a un fallo judicial interpuesto por una asociación civil, frente al avance de nuevas variantes del virus, anta las cuales las vacunas no obtenían la eficacia inicialmente proclamada.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó que “no han emitido aún una recomendación sobre el uso de ivermectina, pero que están siguiendo de cerca toda la investigación alrededor de esta molécula, que ha venido mostrando resultados prometedores”.

Además, reconocen que “ya hay evidencia en 1500 pacientes que participaron de 11 estudios clínicos y que se esperan los resultados sobre 7 mil pacientes en más en 56 estudios en curso”.

Por otro lado, la Fundación Bill y Melinda Gates está financiando una mega investigación sobre la ivermectina, la metformina y la fluvoxamina en centros de Estados Unidos, Canadá, Brasil y Sudáfrica.

El estudio, denominado “Together Covid-19” y liderado por la Universidad McMaster de Canadá, tiene por objetivo medir la eficacia de la progresión de la infección por Coronavirus SARS-CoV-2 en el tratamiento temprano de la enfermedad y los resultados de este estudio podrían estar disponibles en los próximos 2 a 3 meses.

En la Argentina, un trabajo en el personal de la salud que evaluó los beneficios de la ivermectina en la prevención del contagio por Covid-19 demostró tan buenos resultados que los autores de la investigación, Héctor Carvallo y Roberto Hirsch, entre sus conclusiones recomendaron “extender su uso no solo a todos los agentes de salud, sino también a los grupos de población vulnerables, como institutos geriátricos y psiquiátricos, orfanatos y prisiones”.

Esa investigación fue posible gracias al soporte de los laboratorios Panalab u Cassará, dos de los productores de la droga en la Argentina y hasta la fecha, se publicó en la Plataforma Internacional de Publicaciones Científicas ‘SciVision’, en la prestigiosa revista científica Microbiol Infect Dis y en el Journal of Current Emergency Medicine Reports.

“En las últimas semanas, recibimos todo tipo de consultas con relación al estudio que llevamos a cabo junto a Roberto Hirsch, en el que los resultados en términos de profilaxis del SARS-Cov-2 sobre un número importante de profesionales de la salud fueron sumamente alentadores y se adicionan también a tantas otras investigaciones locales e internacionales con similares conclusiones”, sostuvo Carvallo, co-autor del trabajo, quien también es ex director del Hospital de Ezeiza.

Otros estudios ya habían demostrado que inhibía in vitro la replicación del SARS-Cov-2 y un metaanálisis realizado en el Reino Unido llegó a la conclusión de que la ivermectina es un fármaco esencial para disminuir la morbilidad y mortalidad producida por la infección por Covid-19, agregando que no se considera ético seguir realizando ensayos comparativos que incluyan placebo.

Más de 14 mil pacientes participaron de diferentes investigaciones clínicas mundiales, observándose una reducción de la mortalidad por Covid-19 asociada al uso de ivermectina -en combinación con otros fármacos- de entre un 65 por ciento y un 92 por ciento, valores que oscilaron en función de la precocidad de instauración del tratamiento, y del estadio de la enfermedad al momento de inicio del mismo.

“Además, se evidenció una disminución del nivel de contagio superior al 80 por ciento tanto en el personal de la salud como en sus contactos estrechos”, sostuvo Roberto Hirsch, el otro investigador principal de la investigación argentina.

“Estas y otras evidencias irrefutables, llevaron a su aprobación por parte de dos Países de la Unión Europea: Eslovakia primero, y la República Checa después” agregó.

Otro estudio clínico en nuestro país, que se realiza en estos momentos, a cargo del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (IIET, UNSa), el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN, CONICET-UNCPBA-CICPBA), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Unidad de Virología y Epidemiología Molecular del Hospital ‘Prof. Dr. Juan P. Garrahan’ demostró que la droga disminuye marcadamente la carga viral en pacientes infectados con SARS-Cov-2.

Aunque la dosificación dependerá de la indicación médica y si el uso es preventivo o como tratamiento, en general, los especialistas manejan como profilaxis la toma de un comprimido de 6 mg por cada 30 kg de peso con 0,2 mg por cada kilo y una vez por semana durante 8 semanas, luego 4 meses de descanso y la reanudación del ciclo en iguales condiciones.

En lo que tiene que ver con los efectos adversos de la ivermectina, los investigadores advierten que no hay suficiente información como para determinar los producidos en las dosis actuales,  superiores a las utilizadas en su indicación de antiparasitario, pero en el prospecto se reportan, entre otros, mareos, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor o hinchazón estomacal, diarrea, estreñimiento, debilidad, somnolencia, temblor incontrolable de alguna parte del cuerpo y molestias en el pecho, situaciones que como también aclara el prospecto, son leves y transitorias y desaparecen al discontinuar el tratamiento.

“Al día de hoy, y pese a que en África se han usado dosis 100 (cien) veces superiores a las usuales, no se encontró la dosis tóxica. Nosotros –como máximo- hemos usado dosis 5 (cinco) veces superiores a las usuales”, concluyó Carvallo.

Nomyc-16-3-21

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