Una nueva manera de usar el carbono permitiría un desarrollo revolucionario del material  

Buenos Aires-(Nomyc)-La industria está preparada para dejar atrás a los metales, uno de los materiales más utilizados en la historia, pero también más contaminantes ya que este es un sector que no teme perder los métodos más tradicionales, como se vio con el sustituto que va a terminar con los azulejos para siempre, aunque sin embargo, ahora se emplea un recurso que predijo la ciencia-ficción y que jamás se creyó ver materializado.

La industria acaba para siempre con los metales, ya hay un sustituto: los “nanotubos de carbono” son estructuras cilíndricas huecas compuestas de átomos de carbono dispuestos en una red hexagonal similar al grafito.

Fueron descubiertos en 1991 por un científico japonés, quien los describió como “agujas de carbono”, lo que da cuenta de lo extremadamente pequeños que son.

Estos nanotubos tienen un diámetro de solo unos pocos nanómetros, es decir milmillonésimas de metro, pero pueden alcanzar longitudes de varios milímetros y debido a su pequeño tamaño y estructura única, poseen propiedades excepcionales como alta conductividad eléctrica y térmica.

De la misma manera, cuentan con gran resistencia mecánica y elasticidad, algo que el metal no puede alcanzar y en particular, los nanotubos de carbono son hasta 100 veces más resistentes que el acero pero con solo una fracción de su peso y también son excelentes conductores térmicos y eléctricos, comparables o superiores al cobre.

Optimismo generalizado: avances prometedores con los nanotubos de carbono: investigadores chinos lograron un importante avance en la fabricación de nanotubos de carbono de 7nm de diámetro, lo que representa un hito, ya que los nanotubos de carbono a esta escala nanométrica tienen propiedades excepcionales que nos interesan desde el punto de vista medioambiental.

El equipo de la Universidad Tsinghua en Beijing consiguió sintetizar de forma controlada nanotubos de carbono de pared sencilla con un diámetro ultra pequeño utilizando un nuevo método de crecimiento denominado “inyección de vapor”.

Los nanotubos resultantes tienen un diámetro de solo 0.7 nm, de unos 50 mil veces más fino que un cabello humano y a esta escala, los nanotubos adquieren propiedades mecánicas y eléctricas únicas, convirtiéndose en materiales revolucionarios para aplicaciones tecnológicas de vanguardia.

Este hallazgo supone un gran paso adelante para materializar el potencial de los nanotubos de carbono en próximas generaciones de dispositivos electrónicos, materiales ligeros ultrarresistentes, interfaces neuronales y otras innovaciones transformativas.

Las aplicaciones de los nanotubos de carbono, lo más espectacular: tienen un amplio rango de aplicaciones en diversas industrias debido a sus excelentes propiedades mecánicas, eléctricas y térmicas y en cualquier caso, lo que interesa es cómo reducirán la contaminación asociada a la producción y manipulación de los metales.

En la industria electrónica, se utilizan para fabricar transistores de alto rendimiento, pantallas táctiles y células solares y los nanotubos son buenos conductores eléctricos, por lo que permiten crear componentes electrónicos más eficientes y de menor tamaño.

En ingeniería mecánica y aeroespacial, se agregan nanotubos a materiales compuestos como fibra de carbono, aluminio y titanio para hacerlos más resistentes y ligeros, lo que  permite crear aviones, coches y otros vehículos más eficientes y duraderos que sean compatibles con hidrógeno o motores eléctricos.

En biomedicina, los nanotubos se emplean para transportar drogas dentro del cuerpo y liberarlos de manera específica, en células enfermas y también se usan, en implantes óseos y prótesis para mejorar su compatibilidad biológica.

Está claro que los nanotubos de carbono van a sustituir a los metales en la industria, con un material que no se había visto hasta ahora, pero no es el único que va a desaparecer para siempre, dentro de muy poco lo harán también los ladrillos en la construcción ya que ¿La razón? contaminan demasiado y generan el efecto isla de calor en las ciudades, por si fuera poco.

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