“Cero” marihuana durante el embarazo y la lactancia

La Sociedad Argentina de Pediatría advierte que según un informe reciente el consumo de esta droga durante el período de gestación aumento bajo la creencia de que no causa perjuicio en el bebé por nacer 

Buenos Aires-(Nomyc)-Un informe denominado “Cero Marihuana durante el embarazo y la lactancia”, para alertar sobre que el consumo de cannabis en Argentina aumentó en la última década, siendo la 4ta sustancia más consumida en adolescencia y edad fértil, luego de que diferentes estudios aportaran evidencia acerca de los efectos adversos en el embarazo y en el lactante, que se observan con manifestaciones en la infancia y la adolescencia, fue emitido por la Sociedad Argentina de Pediatría.

“Una de las causas que explican este incremento podría estar en la baja percepción de riesgo que hay en la población general acerca de su consumo, mientras que otro factor podría ser que se confunde el uso de cannabis con fines medicinales con el uso “recreacional”, siendo dos productos totalmente distintos en composición y seguridad, explicó Silvia Cabrerizo, médica Pediatra y Toxicóloga, Miembro del Grupo de Trabajo de Adicciones de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Aunque el consumo de cannabis se da mayoritariamente en forma inhalatoria, al fumar cigarrillos de marihuana, pipas y vapeadores, entre otros, también se observa un aumento del mismo por vía oral, en forma de alimentos, como galletas, tortas y u otras preparaciones con cannabis, o mediante la ingesta directa de aceites de cannabis que la gente busca con fines medicinales, mientras que una tercera vía de ingreso es a través de la absorción cutánea cuando se utilizan preparados de uso tópico.

“Los aceites artesanales tienen un riesgo adicional: además de desconocer la composición, no poseen control de calidad, es decir que no se sabe a ciencia cierta la concentración de cannabinoides o si están contaminados con plaguicidas, metales o restos de otras sustancias inherentes al proceso de producción” advierte Cabrerizo.

Uno de los mitos más frecuentes sobre la marihuana es que por ser una planta “‘la madre tierra no va a dañar a nadie´” y lo cierto es que las plantas tienen principios activos que producen efectos en el organismo y salir de la tierra no asegura que no genere daños, por lo que de más está decir, que la cicuta y el ricino salieron de la tierra y generaron no pocas intoxicaciones”, sostuvo Marta Eugenia Braschi, médica Pediatra, Hebiatra y Toxicóloga del Grupo de Trabajo en Adicciones de la SAP.

“Otro mito muy frecuente –prosiguió Braschi– es que ‘el consumo de cannabis no le puede hacer mal a nadie’: lo cierto es que en las guardias están llegando personas con diferentes grados de intoxicación, incluyendo el síndrome de hiperemesis cannábica, que se caracteriza por vómitos repetidos e intensos que suelen requerir internación y tratamiento, condición que se presenta en consumidores crónicos de marihuana”.

El cerebro humano, desde que comienza a formarse en el embrión, presenta receptores para cannabinoides involucrados en el desarrollo neurológico, entre otras funciones, por lo cual el consumo produce que los fitocannabinoides presentes en el cannabis -durante el embarazo y la lactancia- interaccionen con éstos, que generan cambios en las diferentes etapas de la vida embrionaria y perinatal, mientras que durante la lactancia, se observa la presencia de componentes psicoactivos del cannabis en la leche materna, identificándose también en las heces y orina de recién nacidos y lactantes.

“Los cannabinoides se unen al tejido adiposo –refiere el documento de la SAP-, lo que hace que se acumule en el organismo y estire sus efectos, por lo que la completa eliminación puede durar hasta 30 días y existe evidencia de que los cannabinoides y otros componentes del cannabis atraviesan la placenta y se excretan a través de la leche materna y de esta forma, tanto feto como el recién nacido y el lactante pueden verse expuestos a éstos” señala el documento.

“A nivel placentario disminuye la circulación a través de la arteria uterina modificando el aporte de nutrientes. El uso en forma fumable genera monóxido de carbono que disminuye el aporte de oxígeno al feto con aumento de afinidad por la hemoglobina fetal generando hipoxia o falta de oxígeno. Asociado a tabaco se registran alteraciones múltiples en placenta y feto, generando retraso del crecimiento intra uterino, amenaza de aborto, prematurez y riesgo de muerte súbita del lactante”, destaca el trabajo.

“Además del aumento del riesgo de sufrir estas condiciones, existe evidencia científica con estudios a largo plazo que han demostrado asociación del consumo de cannabis durante el embarazo con alteraciones de las funciones ejecutivas, habilidades cognitivas y de comportamiento de niños, niñas y adolescentes”, remarcó Cabrerizo.

“También se han reportado alteraciones en el razonamiento, la expresión verbal, en la memoria a corto plazo, en la comprensión del lenguaje, en percepciones visuales, habilidades de la lecto-escritura y modificaciones en las escalas de impulsividad e hiperactividad”, señalóBraschi.

Otras manifestaciones generadas por el consumo en el embarazo y la lactancia indican variaciones en el tamaño cerebral en la primera infancia, alteraciones de la conciencia y deterioro en el proceso de succión y de la tonicidad muscular. Incluso por el consumo de cannabis en el primer mes post parto se detectaron alteraciones del desarrollo motor al año de vida

Todas estas consecuencias se explicarían por la disrupción del sistema endocannabinoide en las etapas tempranas del neurodesarrollo. Incluso a nivel inmunológico se observa mayor susceptibilidad a infecciones en la vida adulta. Por todo esto nuestra recomendación enfática es «Cero cannabis durante el embarazo y la lactancia”graficó Cabrerizo.

En nuestra práctica diaria las madres no siempre reconocen el consumo en las primeras consultas sino luego de entrevistas sucesivas cuando se sienten más confiadas. Contribuyen a esto el prejuicio y la ilegalidad, que hacen que los padres no se sientan cómodos para expresarlo, continuó la especialista.

En el consultorio, tanto de médicos clínicos como de especialistas en obstetricia y en pediatría, debería estar incluido en la entrevista un espacio para informar sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias, con material bibliográfico respaldado con evidencia científica porque “ningún padre piensa dañar a su hijo desde la concepción, lo que necesita es información confiable para tomar buenas decisiones”, reflexionó Braschi.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, a partir de toda esta evidencia disponible, consideran imperioso no banalizar el consumo de cannabis durante el embarazo y la lactancia y trabajar en la prevención de estas conductas que tanto afectan la salud futura del niño.

Sobre la Sociedad Argentina de Pediatría: fundada el 20 de octubre de 1911, la Sociedad Argentina de Pediatría es una de las instituciones científicas de mayor antigüedad en el país, congrega a los médicos pediatras y a interesados en el estudio y la atención del ser humano en su período de crecimiento y desarrollo.

Su independencia de intereses sectoriales y coyunturales la ha convertido en una entidad asesora de gobiernos, universidades y distintas organizaciones de la comunidad en el área materno infanto-juvenil.

El destino y el trabajo de la Sociedad Argentina de Pediatría se construyen diariamente con el esfuerzo mancomunado de sus más de 17.000 asociados, a través de 45 Filiales y 4 Delegaciones organizadas en 9 Regiones. Los profesionales que la integran aportan su esfuerzo solidario en pos de los objetivos societarios sólidamente ligados a la causa de la infancia.

El lema de SAP “por un niño sano en un mundo mejor” señala no sólo la mirada integradora de la pediatría, sino su compromiso con una realidad histórico-social que le confía su futuro.

La SAP, a través de su cooperación con otros organismos internacionales (como UNICEF y OPS) y su integración a la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE) y a la Asociación Internacional de Pediatría (IPA), y el Foro de Sociedades de Pediatría del Cono Sur (FOSPECS), participa del movimiento pediátrico mundial.

Para mayor información, por favor contactar nuestro sitio web www.sap.org.ar

Nomyc-11-5-21  de Oribe

« Volver