Un láser penetra en la selva para mostrar el imperio perdido de los mayas

Esta tecnología reaccionaria, conocida como LiDar, permite la teledetección óptica al utilizar la luz del láser para obtener una muestra de la superficie de la Tierra con mediciones exactas y mostrará sus resultados el próximo 11 de febrero en el documental “Tesoros Perdidos de los mayas”, que estrenará el “National Geographic”

Buenos Aires-(Nomyc)-Será en esta producción, que se estrenará el domingo 11 a las 23, en la que el láser ha perforado más de 2.000 kilómetros cuadrados de bosque tropical, en el que salga a la luz una megalópolis que un grupo de expertos halló en Guatemala cerca de los restos de lo que fue Tikal, uno de los sitios arqueológicos más importantes de esta civilización que habitó el área en las épocas preclásica (1.000 a.C-3.000 a.C) y clásica (300-900 d.C).

Pero a esta gran ciudad, compuesta por más de 60 mil estructuras individuales, se le une una compleja red de carreteras y de canales de drenaje que demuestra que los mayas eran una civilización “más compleja e interconectada”.

Casas, palacios, centros ceremoniales, carreteras elevadas, pirámides, grandes plazas, modernos sistemas de riego y fortificaciones de defensa componen estos vestigios, uno de los descubrimientos más importantes de la historia reciente no tan solo por lo que muestran, sino por lo que aún ocultan.

“Vistas como un todo, terrazas y campos de cultivos con canales de riego, aguadas, sitios fortificados y grandes calzadas revelan modificaciones al paisaje natural hechos por los Mayas en una escala previamente inimaginable”, detalló Francisco Estrada-Belli, uno de los descubridores.

Estas revelaciones, ocultas durante siglos en los exhuberantes bosques de la selva del norte de Guatemala, permiten asegurar que esta era una civilización con un desarrollo moderno y audaz inimaginable, comparable a la antigua Grecia.

Estos cálculos son tan precisos que el grupo de arqueólogos asegura que en esta área de las tierras bajas mayas, compuesta por “El Zotz”, “La Corona-Achiotal”, “Holmul”, “Naachtum”, “Uaxactun”, “Xultun-San Bartolo”, “Tikal”, “El Perú-Waka” y “El Tintal”, habitaron al menos 10 millones de personas, o algo más.

Los investigadores creen que ellos transformaron el medioambiente a gran escala con el fin de hacerlo más productivo para su agricultura, con campos de cultivos extensos que constituían alrededor del 95 por ciento de la tierra disponible.

Los antiguos mayas, grandes cosechadores de maíz y cacao, nunca usaron la rueda ni animales de carga, sin embargo, “era unan civilización que literalmente movía montañas”, expresó Marcello Canuto, arqueólogo de la Universidad de Tulane y uno de los exploradores de esta investigación.

Este láser descubrió cientos de estructuras desconocidas, una red de carreteras que conectaba centros urbanos, canteras y sistemas complejos de riego para alimentar a esos cientos de trabajadores que construían esas grandes ciudades que ahora han sido descubiertas.

Una “reescritura” de algunas creencias arraigadas sobre la civilización Maya que busca cambiar el rumbo de la historia de esta cultura que “movía montañas” pero que ha estado subestimada.

Por delante quedan miles de kilómetros de selva que analizar y el reto de conservar estos tesoros de la humanidad que peligran por riesgos como la deforestación, el contrabando y los saqueadores.                                                                                                                               Nomyc-8-2-18

« Volver