order vardenfil online buy Ventolin Esta situación afecta a personas de todo los niveles sociales, aunque de manera particular a las personas de los niveles más bajos, debido a la imposibilidad de seleccionar los alimentos que consumen buy Retin-A online

Lomas de Zamora-(Nomyc)-Los cambios sociales producidos en los últimos años también motivaron câmbios en la alimetación y en la cantidad y calidad de actividad física realizada  por las  personas.

Según los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riezgo, del Ministério de Salud de la Nación, la prevalencia de la obesidad en el año 2009 era del 18 por ciento mientras que en el 2005 era del 14,6 aunque no se observo un aumento del sobrepeso.

Las provincias con más prevalencia de obesidad fueron Santa Cruz con el 23,5, Catamarca con el 23,2 y Chubut  con un 21,9 por ciento.

Las de menor prevalencia fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 13,5 por ciento y Misiones, con el  13,9.

La prevalencia de obesidad fue mayor en los hombres, con un 19,1 contra un 17,1 de las mujeres a nivel general en todo el país y solo un 57,5 por ciento de las personas que recibieron la recomendación de realizar un tratamiento para bajar de  peso comenzó a tratarse.

Además, se comprobó que el aumento del número de personas con la patología se da hasta los 65 años cuando comienza a disminuir y se da también, en mayor número en personas con bajo nivel educativo y de ingresos.

Las intervenciones psicológicas, las dietas hipocalóricas con reducción de calorías y la actividad física no mostraron asociación a resultados clínicos de perdida de peso ya que la evaluación fue a corto plazo.

Sobre esta situación, Javier Morán, catedrático de Innovación Alimentaria de la Universidad Católica de San Antonio, en Murcia, España, explica sobre cómo se debe actuar con los niños y adolescentes que “las personas de estas edades no pueden elegir en entorno en el que viven o los alimentos que consumen y tampoco comprenden las consecuencias en la adultez de su alimentación actual”.

“En consecuencia –continúa Morán– requieren una atención especial en la lucha contra la epidemia de obesidad”.

Mas allá del tipo de evaluación realizada este tipo de intervenciones tiene la desventaja de que suelen ser intensas y casi siempre necesitan de la participación de de un equipo multidisciplinario que no siempre existe en el nivel de atención primario y por eso se están utilizando otras estrategias.

La otra posibilidad es que las estrategias para lograr la baja de peso de la población de manera masiva es la intervención del Estado por medio de programas como el Plan Nacional Argentina Saludable, que depende del Ministerio De Salud de la Nación que tiene como fin estimular la práctica de actividad física y una alimentación mas saludable, rica en fibras, frutas y verduras y con menos grasas trans y sodio.

Ante éste escenario, las estrategias de alcance general podrían resultar más efectivas para disminuir la obesidad y sus consecuencias. Sin embargo todavía la evidencia es escasa sobre el impacto de las diversas intervenciones a nivel poblacional para la reducción de la prevalencia de obesidad, incluyendo la promoción de una alimentación saludable y vida activa.

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