¿Se quemaron inadvertidamente compuestos orgánicos en Marte hace 40 años?

Es posible que una sonda Viking encontrase sustancias orgánicas en Marte y las quemase sin saberlo. Un nuevo análisis de viejos datos parece indicarlo así

Buenos Aires-(Nomyc)-Gracias al robot “Curiosity” está claro: en Marte hay moléculas orgánicas complejas ya que el último vehículo de la NASA en Marte lo ha conformado gracias a análisis de rocas y las moléculas con carbono son, se supone, una condición previa a la existencia de vida, pero se encuentran en los micrometeoritos sin vida y en las partículas de polvo que caen sobre Marte, aunque sin embargo, electrizan como ninguna otra sustancia a los investigadores de Marte, puesto que sin ellas cuesta imaginar que pueda haber vida.

El “Curiosity”, que se posó en la superficie de Marte en 2012, no ha sido el primer aparato que haya buscado sustancias orgánicas allí ya que hace ya 42 años, la misión Viking encontró indicios, pero no los compuestos orgánicos mismos, aunque el hallazgo generó una persistente polémica científica, aunque con el tiempo, se impuso una interpretación pesimista que sostenía que “el espectrómetro de masas de la sonda había detectado material que entró en el pequeño horno de la nave cuando estaba aún en la Tierra”.

¿Quemado sin querer?                                                                                                                                                                                      Esto, a su vez, enfrentaba a los científicos a un problema: sobre Marte tienen que caer regularmente moléculas orgánicas desde el espacio y tendrían que ser detectables allí.

Ahora, un equipo de científicos, encabezado por Christopher McKay, del Centro de Investigación Ames de la NASA, cree haber podido resolver esa contradicción. Ya que al menos uno de los módulos de aterrizaje “Viking” habría realmente detectado material orgánico, pero la máquina, guiada por control remoto, habría quemado el valioso hallazgo durante la obtención de datos.

Este hallazgo fue posible gracias a una sustancia que se descubrió en Marte hace diez años: la nave Phoenix, el “perclorato” que en la Tierra, este tipo de molécula es una especie de acelerador del fuego y por eso se usa en los artículos pirotécnicos, pero en el frío Marte no se puede prender fuego a algo sin más.

Pero los hornos de los módulos de aterrizaje de las Viking calentaban las muestras hasta los 500 grados y con “Perclorato” en la mezcla, las sensibles moléculas orgánicas se quemarían al calentarse, argumentan esos investigadores en un artículo publicado en Journal of Geophysical Research: Planets.

Con los datos de la “Curiosity”, la interpretación sujeta a debate cuando se conocieron los datos de la Phoenix toma fuerza de nuevo, según McKay y sus colaboradores y junto con las sustancias orgánicas, “el último Róver marciano detectó moléculas de clorobenceno, que se crean cuando el carbono reacciona con perclorato y además el módulo de aterrizaje del ´Viking 2´halló también Clorobenceno”, explica el equipo luego de una nueva inspección de las mediciones de hace 40 años, conservadas en microfilms.

Persisten las dudas                                                                                                                                                                                            Los planetólogos piensan por ello que encajan bien las piezas de esa historia de que se quemaron moléculas orgánicas, aunque no pueden estar seguros del todo, peor si  se sabe, con certeza, que los hornos de los módulos de hace 40 años estaban contaminados con material orgánico terrestre, procedentes de los restos de un producto de limpieza, pero queda la posibilidad, pues, de que esas moléculas fueran las que reaccionaron con los percloratos para dar clorobenceno.

Por otra parte, las sustancias con carbono procedentes de la Tierra deberían haber reaccionado ya a temperaturas moderadas, lo cual no concuerda bien con los datos, sostiene el grupo.

En los datos de la “Viking 1” no aparece rastro del clorobenceno y sin embargo ese horno también contenía restos del producto de limpieza, que deberían haber reaccionado con el perclorato omnipresente en Marte.                                                                                              Nomyc-27-8-18

 

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