La Guía fue elaborada con el objetivo combatir esta afección que se presenta en como mínimo el 20 por ciento de la población en algún momento de su vida

Buenos Aires-(Nomyc)- La Guía, que fue elaborada por la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) fue presentada durante el 37° Congreso Anual de la AAAeIC que se realizó en Buenos Aires durante la semana pasada.

Jorge Máspero, médico especialista en Alergia e Inmunología destacó que «uno de los principales objetivos que impulsaron la elaboración de la Guía, es que tanto la urticaria crónica como el angioedema son Natrexone order en muchos casos tratados como reacciones alérgicas que a priori se consideran auto limitadas en el tiempo, pero cuando esto no ocurre frecuentemente se las sigue tratando del mismo modo con malos resultados en cuanto a eficacia y peores en cuanto a los efectos colaterales».

«Nos propusimos ayudar a revertir esta Toradol without prescription situación a través de una guía que actualice estos conocimientos y su manejo con la meta de lograr un mejor enfoque en el cuidado de los pacientes», manifestó Máspero, quien es uno de los autores del trabajo.

El especialista, quien además es director médico de la Fundación CIDEA, destacó que el tratamiento de la Urticaria Crónica «se puede dividir en tres enfoques que son evitación de la causa de la urticaria, buy isotretinoin online eliminación o tratamiento del estímulo desencadenante, cuando se conoce y terapia farmacológica».

«Respecto de esta última, los antihistamínicos de segunda generación (no sedativos) son la piedra angular del tratamiento medicamentoso; sin embargo, un 40 por ciento de los pacientes con UC no logra un buen control con este tipo de fármacos, y requiere otras alternativas para manejar su enfermedad, como por ejemplo pasar a la segunda línea ampliando la dosis estándar hasta el cuádruple», remarcó el especialista.
 

Algo que destacó el especialista es que “para los casos más severos, es recomendable la utilización de Omalizumab en el tratamiento de la urticaria crónica”.

Según el especialista “la aplicación de este anticuerpo monoclonal anti- IgE inicialmente aprobado para su uso en el asma grave refractario, demostró que mejora significativamente el picor y los habones, incluyendo el alivio rápido del prurito, y en muchos casos hizo desaparecer completamente los síntomas”.
 

No obstante, un número sustancial de estos pacientes no respondedores sigue sin revertir el cuadro o presenta efectos adversos que los obliga a discontinuar la terapia.
Para este grupo de pacientes, la Guía, en línea con trabajos similares de países centrales, indica la utilización como tercera línea de tratamiento basada en tres grupos de medicamentos.

Los especialistas destacan que “en todo tratamiento de urticaria crónica se deben evitar los posibles desencadenantes o agravantes inespecíficos como el calor, el estrés, el alcohol y algunos fármacos como el ácido acetilsalicílico y otros analgésicos no esteroides (AINES), o la codeína”.
 

Para Alfredo Mayol, a cargo del área de Derechos del Paciente de la Asociación Civil Ayuda al Paciente Crítico (APAC), «esta Guía representa una gran ayuda para orientar a los pacientes y a los propios médicos respecto de los principales síntomas y los tratamientos más recomendados para todos aquellas personas que viven con Urticaria Crónica».

«Desde APAC acompañamos con información y asesoramiento constante a todos los pacientes con urticaria crónica, apoyándolos para que lleven a cabo sus terapias de acuerdo a lo indicado por el médico tratante, ya que se trata de una enfermedad que sin lugar a dudas afecta considerablemente la calidad de vida de estos pacientes y de todo su grupo familiar», subrayó Mayol.
 

En cuanto a la calidad de vida de estos pacientes, existe una amplia gama de factores que los afectan debido a su urticaria como lo demuestra un trabajo de O`Donnel y colaboradores que concluyó que ante la pregunta.

Ante el interrogante de ¿cuál es el peor aspecto de su urticaria? , los pacientes respondieron angioedema en un 59 por ciento; prurito en un 42 por ciento; dolor con un 22 por ciento; cansancio, irritabilidad, debilidad o sensación de pérdida de control de su vida con un 22 por ciento; imprevisibilidad de los episodios en un 20 por ciento; restricciones sociales con un 18 por ciento y vergüenza con un 13 por ciento, entre otras.

«La urticaria crónica afecta en forma extraordinaria la calidad de vida de las personas, su sueño, su apariencia y su capacidad laboral y escolar; no es una afección con riego de vida pero puede durar muchos años y nadie merece vivir mal cuando existen los medios diagnósticos y terapéuticos para evitarlo», completó Máspero.

La patología

La Urticaria Crónica tiene como característica presentar una elevación de la piel o roncha, con coloración enrojecida y de tamaño y forma variables que, además, pica.

La forma crónica de esta enfermedad suele ser más común entre la tercera y la sexta década de vida, con un pico a los 40 años, se presenta con más frecuencia entre las mujeres, probablemente debido a que del 35 al 40 por ciento tiene origen autoinmune y este tipo de patologías tienen mayor prevalencia en las mujeres.

Otra característica que presenta la patología, que  afecta de modo considerable la calidad de vida de quien la padece, produciendo insatisfacción, ansiedad, pérdida de la autoestima, depresión, trastornos del sueño, incapacidad para el desarrollo de tareas productivas y/o educativas, con su correspondiente impacto en los denominados costos intangibles de las enfermedades crónicas.

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