El equipo que lo logró esta formado por científicos de distintas instituciones y la patología representa el 15 por ciento de los tumores en menores de un año

Buenos Aires-(Nomyc)-La técnica se denomina “De Infusión Superselectiva de Quimioterapia Ocular” y se utiliza para el tratamiento del retinoblastomaavanzado y se emplea en el Hospital de Pediatría “Juan P Garrahan”.

El equipo que desarrolló esta técnica está encabezado por Guillermo Chantada, médico principal del Servicio de Hemato-Oncología del Garrahan, junto con Paula Schaiquevich, investigadora adjunta del CONICET en la Unidad de Farmacología Clínica del mismo hospital.

“El retinoblastoma es la principal neoplasia intraocular, mas anormal de tejido, en pediatría, por lo general afecta a menores de tres años y es el tumor maligno sólido más frecuente en el servicio de Hematología-Oncología del hospital” explica Chantada.

“Si bien la tasa de sobrevida en Argentina es del 95 por ciento, en los casos en que el tumor se disemina de la retina hacia el humor vítreo la terapia convencional indicaba  remoción o enucaleación del globo ocular” comenta.

Además, aunque en el 60 por ciento de los pacientes el retinoblastoma se presenta en un solo ojo, en el 40 por ciento restante compromete a ambos, por lo que la extirpación provocaría a la ceguera methotrexate no prescription permanente.

La técnica que se aplicó por primera vez en el Garrahan, fue perfeccionada por un purchasing Plavix online equipo de médicos del Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering, de New York, Estados Unidos, a cargo de David Abramson.

“Esta técnica super selectiva –explica Schaiquevich– consiste en administrar una droma quimioterápica o una combinación de ellas porque, aunque este tipo de tumores son muy sensibles a muchas de ellas, si se ubica en el humor vítreo se hace resistente porque en este lugar no hay vasos sanguíneos, pero con este tratamiento se logran concentraciones más altas cheap Clonidine de la droga y con eso se reduce el tumor”

Investigación

Esta técnica mostró de manera rápida efectividad y una disminución significativa de los efectos secundarios, por esto se popularizó en los principales centros de tratamiento de retinoblastoma del mundo. Pese a esto, Chantada y Schaiquevich advierten que “no se realizaron estudios preclínicos y clínicos para evaluar la farmacocinética de las drogas utilizadas por esta vía”.

Debido a esto, el grupo del Garrahan desarrolló una estrategia metodológica de investigación basada en el modelo de investigación traslacional que les mereció en 2013 un premio del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Industria Químico-Farmacéutica Argentina (CEDIQUIFA).

“Nosotros seguimos los pasos más tradicionales, como comenzar con ensayos animales, estudios in vitro en células de retinoblastoma, y de ese modo tratar de llegar a la combinación más activa y la menos tóxica para los pacientes”, comenta Chantada.

Para utilizar este método desarrollaron la técnica de administración en modelos animales no tumorales de cerdos y conejos y analizaron la farmacocinética, es decir estudiaron los movimientos y la cantidad de droga en el organismo a lo largo del tiempo. Además evaluaron si  esta terapia logra llegar al humor vítreo, donde usualmente fallan las terapias más convencionales.

“Observamos estas variaciones en dos quimioterápicos, el melfalan y el topotecan, tanto en el ojo de los animales como a nivel sistémico y  lo que nos interesaba era que llegue la mayor cantidad posible al globo ocular y la menor al resto del cuerpo” aclara la especialista.

“En los modelos animales comprobamos que la cantidad en el humor vítreo es 30 veces mayor que la presente en la circulación sistémica, lo que demuestra la selectividad de esta vía de administración”, explica Schaiquevich.

Además, gracias al trabajo conjunto de todos los servicios del hospital pudieron no sólo realizar pruebas preclínicas y clínicas, sino que lograron determinar dosis máximas para melfalan y una combinación específica entre esta droga con topotecan para casos avanzados luego de lo cual  el grupo clínico comenzó a implementar la técnica en pacientes pediátricos.

Según los investigadores, las principales ventajas de esta terapia superselectiva consiste en que “se reducen los efectos adversos asociados a la quimioterapia general como el tiempo de internación de los pacientes”.

Además, “se mejora la respuesta al tratamiento oncológico, logra mayor sobrevida ocular y un aumento de la calidad de vida de los pacientes tratados”, indican los investigadores en su trabajo”.

De modo histórico esta patología, sobre todo en los casos avanzados, se trataban con radioterapia externa que, más allá de su efectividad, aumentaba el riesgo de tener tumores secundarios debido a la propia radiación.

“Los pacientes se curaban del retinoblastoma, conservaban el ojo, pero a los 0 o 30 años tenían mayor riesgo de tener un segundo tumor” explica Chantada.

Debido a esto, se comenzaron a tratar este tipo de patología con quimioterapia general, es decir, pero aunque el ojo es el 1 por ciento del cuerpo, el esto del organismo también recibía drogas aunque no la necesitara por lo que, el riesgo de tumores secundarios, también se incrementaba.

“La tolerancia a este tratamiento es excelente –comenta Chantada—a los niños no se les cae el pelo, no se internan ni les bajan las defensas y es como otro mundo si se lo compara con la quimioterapia convencional ya que se causa mucho menos daño a largo plazo”.

Hasta el momento se realizaron más de 300 infusiones exitosas con este tratamiento. Los investigadores ya están trabajando en la búsqueda de vías más selectivas, el estudio de nuevas drogas.

Además, y en colaboración con Osvaldo Podhajcer, investigador superior del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires / Fundación Instituto Leloir, proyectan el desarrollo de modelos animales tumorales con retinoblastoma y el secuenciamiento de estos tumores en su fase más agresiva.

Los resultados de este trabajo se publicaron en las revistas “IOVS”, “Pediatric Blood & Cancer” y “Ophthalmology”

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