Más personas deberían ser tratadas por problemas cardiovasculares

Según las Guías para la Prevención de la Enfermedad Cardiovascular debatidas durante una Cumbre de Cardiólogos realizada días pasados en Panamá

 

Buenos Aires-(Nomyc)-Las nuevas guías, publicadas en la edición de Noviembre del año 2013, Cialis without prescription  están orientadas a la evaluación del riesgo de padecer un evento cardiovascular, a las modificaciones en el estilo de vida, a la disminución de los niveles de colesterol para reducir el riesgo cardíaco,  el sobrepeso y la obesidad Aciclovir without prescription .

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Las guías se elaboraron gracias a un trabajo conjunto de la Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC), en colaboración con el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y la Sangre de los Estados Unidos y la asesoría de organizaciones profesionales involucradas en la prevención.

 

El panel de expertos se concentró en la disminución del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular por aterosclerosis, que produce placas en el interior de las arterias, con foco en la enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular  o stroke y la enfermedad arterial periférica, en personas mayores de 21 años.

 

Entre sus principales conclusiones se destaca una nueva categorización de los pacientes que deberían recibir tratamiento farmacológico, impulsando a los médicos a comenzar una terapia de alta o moderada intensidad con estatinas, aún más allá de los objetivos específicos de niveles de colesterol LDL o malo, en todas aquellas personas que presenten un riesgo de enfermedad cardiovascular elevado.

 

En opinión de Álvaro Sosa Liprandi, Jefe de Cardiología del Sanatorio Güemes de Buenos Aires, quien participó de la cumbre de expertos, “el principal desafío de estas nuevas guías es reemplazar el actual objetivo del tratamiento del colesterol, centrado en la reducción de los niveles elevados para alcanzar ciertas metas preestablecidas, poniendo por delante las cifras el riesgo del paciente”.

 

“Estas nuevas recomendaciones se orientan a que las estatinas sean utilizadas principalmente para reducir el riesgo cardiovascular, no solo para disminuir de manera lineal valores de colesterol”, manifestó Roberto M. A. Colque, Jefe de la Unidad de Cuidados Críticos del Sanatorio Allende Cerro, de Córdoba.

 

“Además, se amplía el rango de la población a tratar: antes trabajábamos sobre aquellos que tenían un riesgo aumentado del 20 por ciento de padecer un evento cardiovascular en los próximos 10 años, y estas guías sugieren tratar a las personas a partir de un riesgo del 10 por ciento”, insistió Colque, quien también es Presidente de la Sociedad de Cardiología de Córdoba.

 

Así por ejemplo, si el médico tratante identifica que su paciente pertenece a alguno de los grupos de alto riesgo, debería indicarle tratamiento farmacológico.

 

Los grupos de riesgo están formados por

1) Todos aquellos que sufrieron un evento cardiovascular como infarto, accidente cerebrovascular o enfermedad arterial periférica, deben recibir tratamiento de alta intensidad con estatinas si su edad es menor a 75 años, o de intensidad moderada si tienen más de 75.

 

2) Pacientes con colesterol LDL o malo de más de 190 mg/dL deben recibir un tratamiento con estatinas de alta intensidad.

 

3) Pacientes diabéticos entre los 40 y 75 años, con colesterol LDL entre los 70 y 189 mg/dL sin historia de enfermedad cardiovascular y riesgo a 10 años <7,5 por ciento según el score ASCVD, deben recibir tratamiento con estatinas de intensidad moderada.

 

4) Pacientes sin historia de enfermedad cardiovascular, sin diabetes, con niveles de colesterol LDL entre 70-189 mg/dL y un riesgo cardiovascular estimado a 10 años mayor o igual a 7,5 por ciento según score ASCVD deben recibir un tratamiento con estatinas de alta intensidad.

 

El score ASCVD es un ‘estimador de riesgo’ que sustituye a la escala de Framingham para calcular el riesgo cardiovascular a 10 años y consiste en un calculador disponible en las páginas Web de la Asociación Americana del Corazón y del Colegio Americano de Cardiología que se puede descargar en teléfonos móviles.

 

Con esta herramienta, se puede estimar el riesgo de padecer un evento cardiovascular con sólo colocar información solicitada: sexo, edad, raza, colesterol total, nivel de colesterol HDL  o bueno, presión arterial, y contestar por sí o por no a las preguntas de si padece de diabetes, fuma o si se ha recibido tratamiento para la presión alta.

 

“El nuevo score está basado en 5 estudios de gran escala que indagaron sobre enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (ACV), e incluyeron etnias variadas, un gran número de pacientes y poblaciones heterogéneas”, insistió Sosa Liprandi, quien también es Director del Instituto Cardiovascular Lezica de San Isidro.

 

Las nuevas guías establecen también que la obesidad ya no debe verse como un factor de riesgo, sino como una verdadera enfermedad y desde esa perspectiva debe tratarse.

 

Los médicos deben recomendar a sus pacientes hacer cambios a su estilo de vida que incluyan una dieta saludable y ejercicios regulares. Las dos asociaciones aconsejan que la mejor estrategia para perder peso y mantenerlo es un enfoque basado en pilares: comer menos calorías que las que necesita el cuerpo, hacer más ejercicio y cambiar hábitos dañinos.

 

De acuerdo a los expertos que redactaron las guías, éstas fueron construidas teniendo en cuenta la mejor evidencia científica disponible y luego de cuatro años de debate sobre los resultados de las investigaciones.

 

Los nuevos criterios sobre quién debería recibir una estatina también consideran ahora el riesgo de una persona de sufrir un accidente cerebrovascular, y por ello los expertos creen que también puede aumentar la cantidad de personas que sean consideradas elegibles para el uso de estatinas, ya que se demostró en grandes estudios clínicos que éstas reducen el riesgo cardio/cerebro/vascular.

 

“En la práctica clínica diaria, estas guías nos alientan a ampliar nuestro horizonte de pacientes a tratar con estatinas, teniendo como objetivo parámetros más estrictos en términos de reducción del riesgo cardiovascular”, concluyó Colque.

 

Las estatinas siguen siendo los medicamentos más efectivos para reducir el colesterol y deberían combinarse con los cambios en el estilo de vida para obtener los mejores resultados, según el nuevo informe. Esta aproximación es mejor que intentar bajar el colesterol todo lo posible combinando las estatinas con otros medicamentos, indicaron los autores de las nuevas guías.

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