Luces y sombras del Galaxy Z Flip, el nuevo teléfono plegable de Samsung

El dispositivo, que presenta una pantalla ultrapanorámica, se pliega como un libro y supone un paso correcto en la tendencia de los terminales de este tipo que inició la firma surcoreana el pasado año

Buenos Aires-(Nomyc)-Lo primero que hay que hacer con el nuevo Z Flip es superar el “efecto Wow” ya que no se está acostumbrado a ver teléfonos plegabes, y resulta fácil dejarse llevar por la fascinación de esa novedad a la hora de probarlo, pero esta vez sí, Samsung ha acertado con el formato.

Su primer plegable, Galaxy Fold, un híbrido entre móvil y tablet demostró que, fallos de diseño y roturas aparte, ese tipo de terminal, con su gran pantalla cuadrada, servía para bien poco y desde luego, no para ver vídeos, juegos y otros contenidos multimedia.

Pero ahora es distinto ya que cerrado, el Z Flip es como una especie de polvera cuadrada, delgada, de aspecto elegante y superficie de cristal, con unas dimensiones de apenas 73.6 x 87.4 x 17.3mm, pero abierto, sin embargo, nos topamos con una fantástica pantalla de 6,7 pulgadas Dynamic OLED de vidrio pegable, con resolución de 2.636 x 1.080 pixeles y una densidad de 425 ppp, desplegado, sus dimensiones son de 73.6 x 167.3 x 7.2mm y su peso es de 183 gramos.

Por todo esto el teléfono ocupa la mitad de espacio cuando se lleva en el bolsillo y se transforma en otro de dimensiones “normales” cuando se usa.

Brillante, es cierto, en el resto de las especificaciones Samsung se ha contenido bastante, probablemente para que el precio no se disparara mucho más de lo que ya lo ha hecho, aunque no es 5G.

En pocas palabras, el Z Flip no es, como se ha dicho, un S20, es decir el último tope de gama de la compañía plegable, aunque sí que conserva algunas de sus funcionalidades por lo que como mucho llega a la altura del Galaxy S10 del año pasado.

Por todo esto, la pregunta, es si vale la pena gastar casi 1.500 euros en un terminal que no está a la última en cuanto a prestaciones y cuyo mayor mérito es que puede doblarse por la mitad? y luego de una semana de uso la opiñón de los expertos es que “no con matices” porque no es cierto que la pantalla plegable sirva solo para doblar el teléfono, sino que permite algunas formas de uso completamente nuevas que los ingenieros de Samsung han sabido ver, y aprovechar, muy bien.

Por ejemplo, con solo abrirlo de manera parcial, en forma de L, se podrá apoyarlo sobre una mesa o superficie plana para hacer fotos, selfies o videoconferencias sin tener que sujetarlo en la mano, como si el terminal estuviera en un trípode.

Algunas aplicaciones, entre ellas la de la cámara, se adaptan automáticamente a esa posición del teléfono, de forma que cuando lo tenemos semiabierto la parte superior hace de visor mientras que en la inferior, la que esta sobre la mesa, aparecen los controles y opciones de la cámara y lo mismo sucede con la Galería y los Mensajes, y es de esperar que poco a poco otras aplcaciones vayan aprovechando esta nueva posibilidad.

En el apartado de fotografía, el nuevo Z Flip cuenta con una doble cámara trasera, dos sensores de 12 megapíxeles, uno de ellos un gran angular y una frontal de 10 megapíxeles aunque se extraña un teleobjetivo.

El rendimiento general no es malo, pero desde luego es muy inferior al que ofrece el S20 o algunos de los terminales premium y más económicos, de la competencia y aunque las cámaras no se comportan mal con una buena iluminación externa, dejan bastante que desear cuando usamos el zoom o en ambientes oscuros o poco iluminados.

El resultado final podría compararse con el que podemos obtener con el anterior Galaxy S10 aunque este no graba vídeos en 8k, cosa que sí hace el S20, pero sí en 4K, pero incluye el modo Captura única, que usa las dos cámaras traseras de forma independiente para tomar foto y vídeo al mismo tiempo.

Cuando el teléfono está cerrado, una diminuta pantalla de apenas 1,06 pulgadas nos muestra la hora, la carga de batería y las notificaciones y al pulsar dos veces el botón lateral superior, esa pequeña pantalla se convierte en un visor con el que podemos hacernos un selfie sin necesidad de abrir el terminal y al tocar de manera directa la mini pantalla, acercaremos o alejaremos la imagen.

Hacernos selfies de esta forma tiene la ventaja de que, con el terminal cerrado, estaremos utilizando la doble cámara frontal, y no la delantera, de menor calidad, que queda “dentro, pero la desventaja es que el visor es demasiado pequeño, y aunque después la fotografía es “normal”, en pantalla solo podremos ver un fragmento de nuestra cara y de lo que hay alrededor.

Potencia a raudales: el procesador utilizado es un Qualcomm Snapdragon 855+, es decir, el más potente que había el año pasado, por lo que su rendimiento y fluidez a la hora de manejar aplicaciones son realmente buenos, pero no los mejores.

Incluir el chip de Qualcomm de este año, el Snapdragon 865, o algún otro sensor para hacer mejores fotos, habría encarecido demasiado el precio final del dispositivo y tiene una memoria RAM es de 8 GB y el espacio para almacenamiento de 256 GB, sin posibilidad de expansión con tarjetas externas.

El sonido tampoco es excepcional ya que solo cuenta con un único altavoz.

La batería, de 3.300 miliamperios, dura un día completo si hacemos un uso normal del teléfono, lejos, pues, de los casi dos días que ofrecen hoy muchos terminales de gama alta.

Cuenta con un sistema de carga rápida de 25 watios, que en apenas media hora proporciona la carga suficiente como para terminar cómodamente la jornada y con un sistema de carga inalámbrica rápida reversible, es decir, que permite cargar otros dispositivos con solo dejarlos sobre el teléfono, algo que, con una batería tan justa, considero que apenas resulta útil y el sensor de huellas, esta vez, está en uno de los botones laterales.

El nuevo Z Flip no es sumergible y no tiene puerto mini Jack para auriculares.

Nomyc-19-3-20

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