Día Mundial del Riñón

La institución de referencia en Argentina sobre el cuidado de la salud renal comunica diferentes aspectos a tener en cuenta para tomar conciencia y prevenir enfermedades

Buenos Aires-(Nomyc)-Las afecciones renales hacen que los riñones pierdan de manera progresiva su capacidad de filtrar la sangre, como suelen actuar de manera “silenciosa” o inadvertida y pueden afectar a cualquier persona sin importar su edad, para poder prevenir y mejorar el cuidado de los riñones es importante fomentar y adoptar estilos de vida saludables como por ejemplo evitar el consumo excesivo de sal, elegir alimentos frescos, evitar alimentos ricos en potasio como las hortalizas y regular el consumo de hidratos de carbono, entre otros.

Además, es muy importante realizar estudios periódicos de sangre y orina, que permitan prevenir o retrasar las enfermedades renales y determinar el tratamiento óptimo para cada caso.

Domingo Casadei, Director Médico del Instituto de Transplantes y Alta Complejidad  (ITAC) señaló que “estamos comprometidos desde hace más de 40 años con la salud renal de todos los pacientes, tanto desde el ámbito médico como académico, para contribuir a mejorar la calidad de las prestaciones en nuestro país”.
Por su parte, Horacio Trevisani, principal referente de la especialidad de las clínicas Bazterrica y Sta. Isabel del grupo Omint, agrega que “la enfermedad renal crónica se caracteriza por la pérdida del funcionamiento del riñón, que, si bien va disminuyendo con la edad, cuando un paciente tiene esta patología, el rendimiento del riñón baja considerablemente, mucho más rápido”.

“Si bien hay distintas categorías, el cambio en el estilo de vida es fundamental para que el paciente no siga perdiendo su función renal y pueda volver a los niveles normales de este”, continúa el especialista.

Como sucede en la mayoría de las enfermedades, el estilo de vida, el consumo de tabaco, el sedentarismo y la automedicación, son todos factores que pueden afectar al normal funcionamiento del riñón.

Al ser un órgano vital del cuerpo humano, ya que entre sus funciones se encuentran la limpieza de la sangre de las toxinas que se acumulan, así como la regulación de la tensión arterial o la producción de hormonas encargadas de producir glóbulos rojos,  cuando la función renal se ve afectada, el paciente puede enfermarse crónicamente y tener trastornos en los huesos, anemia, acumulación de toxinas en el cuerpo, hipertensión e incluso problemas del corazón.

Un estilo de vida saludable ayuda y previene la enfermedad renal crónica, que si avanza puede disminuir la calidad de vida del paciente llevándolo a un tratamiento de diálisis o bien, al trasplante de riñón.

La diabetes, el ritmo de vida sedentario, el colesterol, el tabaquismo y los triglicéridos, junto con el consumo irresponsable de los antiinflamatorios no esteroides pueden afectar al riñón disminuyendo su funcionamiento y trayendo graves consecuencias para la salud de quien lo padece.

Es que, si bien en los primeros estadíos de la enfermedad renal crónica el paciente no advierte fácilmente los síntomas, las personas que tienen diabetes, hipertensión, sobrepeso o niveles altos de colesterol, son susceptibles de tener patologías asociadas al riñón.

“Ante el aumento de la diabetes y la obesidad, junto con el sedentarismo, la enfermedad renal crónica también crece”, concluyó Trevisani.

Situación en Argentina                                                                                                                                                                                   En la actualidad, no se ven diferencias entre género y la enfermedad renal crónica, en Argentina, lo que se asocia a que los factores condicionantes de la enfermedad no distinguen entre edades o género, sino que están condicionados por el estilo de vida del paciente.

Quienes sufren una enfermedad renal crónica y no modifican sus hábitos en la mayoría de los casos terminarán con un tratamiento de diálisis, que en el 70 por ciento de los casos implica un cansancio tanto físico como social para la persona.

“El tratamiento de diálisis requiere un tiempo importante en la vida del paciente. No solamente lleva de diálisis tres veces por semana, sino que genera un cansancio adicional para la persona, que en algunos casos debe cambiar su rutina habitual” señaló Trevisani.

“La diálisis no reemplaza la función del riñón completamente. Este proceso no regula en forma adecuada la presión o la secreción de hormonas que forman los glóbulos rojos, pero permite eliminar las toxinas de la sangre lo cual le brinda al paciente la posibilidad de acceder a más años de vida y al trasplante renal” explica el especialista.

Algunos de los signos y síntomas para tener en cuenta son: la retención de líquidos, la hinchazón de los miembros inferiores, orina rojiza o con espuma, cambios en el ritmo diurético, en general por la noche.

“Mi recomendación es que se haga una consulta y un seguimiento clínico. Con análisis de sangre y orina que puedan prever fallas en el funcionamiento del riñón. Especialmente, en el caso de que se tengan antecedentes familiares de enfermedades en dicho órgano, o bien si los valores de laboratorio revelan que hay diabetes, colesterol o triglicéridos”, continúa Trevisani.

Los principales factores de riesgo son, diabetes, obesidad, colesterol, triglicéridos, llevar una vida sedentaria, fumar o consumir antiinflamatorios no esteroides en cantidad.

Además, los pacientes hipertensos deben tener un mayor control y seguimiento constante ya que la presión alta puede estar provocada por una falla renal o bien, la falla renal provocar la hipertensión.

“La mejor medida que se puede tomar es la de modificar el estilo de vida, comer saludable, hacer actividad física, bajar los niveles de glucemia junto con los del colesterol y no fumar. Siempre, realizando una consulta y seguimiento con el médico clínico o nefrólogo”, agregó Trevisani

Sobre las instituciónes                                                                                                                                                                                    El Instituto de Trasplantes y Alta Complejidad, (ITAC), es la institución líder en Argentina y la región en trasplantes renales y renopancreáticos y  con más de 40 años de trayectoria en el sector, el instituto se destaca como uno de los 30 centros de trasplante de riñón más importantes del mundo y es uno de los 5 principales en trasplante renopancreático.

En 2018 inauguró su nuevo edificio en Capital Federal, con el que duplicó la capacidad de atención. ITAC pertenece a d.INSTITUTE, la división de Alta Complejidad de Diaverum, la empresa de origen sueco que se encuentra entre los principales proveedores de servicios renales del mundo. Diaverum presta tratamiento a más de 20.000 pacientes en 17 países diferentes, ubicados en Europa, Latinoamérica, Medio Oriente y Australia.

Para conocer más sobre las Clínicas Bazterrica y Santa Isabel ingrese a

http://www.bazterrica.com.ar

http://www.santaisabel.com.ar

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