Día Mundial del ACV: el 80 por ciento de los casos pueden prevenirse

La jornada pretende generar alerta sobre los modos de prevenirlo y sus síntomas

Buenos Aires-(Nomyc)-En la Argentina se produce un Accidente Cerebro Vascular (ACV) cada cuatro minutos y a nivel mundial, es la primera causa de discapacidad permanente y la segunda causa de muerte y se produce cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se rompe o se bloquea por un coágulo de sangre.

El 80 por ciento de los ACV podrían prevenirse y para ello es fundamental
1- Conozca su presión arterial.
2- Conozca si padece arritmias, como la fibrilación auricular.
3- Si fuma, deje de hacerlo.
4- Conozca si su colesterol es normal.
5- Si es diabético, siga las indicaciones de su médico para controlar la diabetes.
6- Haga ejercicio regularmente.
7- Consuma alimentos bajos en sodio y grasas.

Su reconocimiento: los síntomas que pueden generar la sospecha de un ACV son la aparición repentina de la cara torcida y una sonrisa asimétrica, un brazo caído cuando los trata de levantar o dificultades en el habla.  

Tratamiento: a partir de que se produce un ACV, es fundamental acudir a una guardia médica inmediatamente ya que en el caso de un vaso obstruido, tenemos hasta 3 horas para recibir un tratamiento eficaz, aunque en ciertas condiciones puede ser hasta 4 horas y media.

“En el 80 por ciento de los casos, el ACV es prevenible y para evitarlo tenemos que actuar sobre los factores de riesgo vasculares, mejorando nuestro estilo de vida”, destaca Máximo Zimerman, Director de la Clínica de Neurorehabilitación del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).

El especialista menciona 10 factores de riesgo que provocan el 91 por ciento de todos los ACV en el mundo “la hipertensión, la inactividad física, una situación desfavorable de lípidos en la sangre, una dieta pobre, el incremento de las medidas o de la proporción cintura-cadera, factores psicosociales, tabaquismo, una alta ingesta de alcohol, enfermedad cardíaca y diabetes”.     

 En la misma línea,  María Cristina Zurru,jefa del Área de Enfermedad Cerebrovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires explica que “para el reconocimiento de la patología usamos la escala FAST, que evalúa la simetría facial, la debilidad de un miembro superior y las dificultades para hablar y si se percibe alguna anomalía en alguno de estos puntos, es recomendable llamar en forma urgente a los servicios de emergencia para ser trasladado rápidamente a un hospital”.

Ante un episodio agudo, es una patología tiempo-dependiente: cuanto antes se evalúe al paciente y se inicie el tratamiento, mayores serán las posibilidades de que su evolución sea favorable. Una vez que ya pasó el estadio agudo, se deben analizar sus causas para evitar un nuevo evento.

“Quienes presenten alguna discapacidad luego del ACV deberán asistir a algún programa de rehabilitación, ya sea ambulatorio o con internación, de acuerdo al nivel de sus secuelas”, continúa Zurru.

Entre las principales precauciones que deben tenerse en cuenta en los días posteriores al evento se encuentra el estado nutricional ya que cerca del 50 por ciento de las personas que sufrieron un ACV experimenta dificultades para tragar, lo que se conoce como disfagia, aunque de manera afortunada, la mayoría logra recuperar la función de deglución luego de 7 días, aunque entre el 11 y el 13 por ciento continúa con esta condición luego de los 6 meses.

Los pacientes con enfermedades neurológicas agudas como el ACV hemorrágico o isquémico, incrementan el riesgo de malnutrición por múltiples factores: el organismo aumenta sus requerimientos calóricos diarios que, asociados a una baja ingesta por trastorno deglutorio, imposibilidad muscular para llevar a cabo las actividades cotidianas o deterioro del estado de conciencia, crean un ambiente propicio para la malnutrición.

Sin embargo, más de un tercio de los pacientes con ACV puede estar malnutrido o deshidratado ya al ingresar en el hospital, debido a comorbilidades previas y esta condición complica su evolución y empeora el pronóstico, causando trastornos musculares como la disfagia que, a su vez, aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, poniendo en peligro la vida de la persona. 

Por eso los especialistas destacan la importancia de la pesquisa del trastorno deglutorio ya que la disfagia puede afectar la calidad de vida: sólo el 45 por ciento de los pacientes con disfagia se sienten cómodos con la alimentación y el 41 por ciento experimenta ansiedad o pánico al alimentarse. 

Más de un tercio evita comer con otros debido a la disfagia y los pacientes con riesgo alto de malnutrición tienen un riesgo más alto de muerte y de prolongación de la internación por lo que su diagnóstico y tratamiento se asocian a una disminución de las complicaciones clínicas, reducción de la discapacidad, la tasa de mortalidad y los costos de internación y rehabilitación. 

“Para iniciar la rehabilitación, los pacientes deben estar adecuadamente nutridos. Si no se lleva adelante un plan nutricional adecuado, los individuos internados en terapia intensiva pueden perder hasta un kilo de masa muscular por día, debido a que necesitan proteínas para recuperarse y, al no recibirlas desde la alimentación, deben tomarla de los músculos”, señaló la especialista y agrega que “en contrapartida, quienes tengan un buen estado nutricional, contarán con mayores posibilidades de realizar una rehabilitación funcional y volver al estado previo al ACV”.

Una de las estrategias para combatir la malnutrición, consiste en actuar para asegurarse que el estado nutricional sea el mejor posible, evaluando cómo se encontraba previamente el paciente, cómo está ahora y ajustando la alimentación según esta información.

Por ejemplo, las personas pueden presentar dificultades para tragar líquidos, lo que conlleva un riesgo para la salud, ya que involuntariamente pueden aspirarlos. Por este motivo, el equipo médico puede tomar alguna resolución para evitar estas complicaciones.

En los últimos años, se desarrollaron distintos productos que modifican la consistencia de líquidos y alimentos triturados; incluso algunos mejoran el sabor y aspecto de las bebidas o comidas ya que contienen almidón de maíz y distintos tipos de goma como la tara, guar y xántica, que ayudan a que los alimentos tengan la consistencia adecuada prescripta por el especialista en deglución, contribuyendo a que el acto de ingesta de alimentos sea más segura.

Caminata por el Día Mundial de Lucha contra el ACV: en el marco del Día Mundial del ACV, que se conmemora el 29 de octubre, la organización “Por una vida libre de ACV” organiza durante varios días caminatas de concientización en CABA, Córdoba Capital, Corrientes, Formosa, Jujuy, Lobos, Mar del Plata, Neuquén, Paraná, Posadas, Río Cuarto, Salta y Tucumán. Es la tercera edición de esta iniciativa y se espera una gran convocatoria sumando las distintas ciudades.

Tiene por objetivo profundizar sobre la importancia de prevenir un ACV, reconocer rápidamente los síntomas y hacer foco en la rehabilitación, un aspecto que con frecuencia queda relegado.

“En CABA, la caminata será este domingo 3 de noviembre a las 10 am en el Lago ´Regatas´ de los Lagos de Palermo y estas actividades son importantes para continuar concientizando a la comunidad acerca de cómo prevenir un ACV, controlando los principales factores de riesgo, que son la hipertensión arterial, la diabetes, las alteraciones en los lípidos, la obesidad y el tabaquismo y también alertar sobre los signos y síntomas que sugieren que se está ante un ACV”, detalló María Martha Esnaola, médica neuróloga del Hospital César Milstein.

Las coordenadas precisas de las caminatas en cada ciudad se pueden encontrar en www.porunavidalibredeacv.com y en el Facebook de la organización.

Nomyc-29-10-19

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