Día Mundial de la Dislexia

El desconocimiento sobre la enfermedad, una dificultad en el aprendizaje de la lectoescritura que afecta al 10 por ciento de la población global puede llevar a catalogar a los niños como “vagos”, lo que afecta su autoestima y profundiza la problemática, mientras que un diagnóstico y tratamiento oportuno posibilita una mejor escolarización, señalaron hoy especialistas en la víspera del día mundial de este trastorno

Buenos Aires-(Nomyc)-“La dislexia es una dificultad en el aprendizaje de la lectoescritura en niños con un coeficiente normal y que fueron expuestos al sistema convencional de enseñanza, es decir que si un chico no fue escolarizado, por ejemplo, no se puede hacer un diagnóstico”, explicó a Télam Rodolfo Benavente, Jefe de Neurología Infantil del Hospital de Clínicas.

En la actualidad la dislexia se encuentra comprendida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría dentro de la categoría de los trastornos del neurodesarrollo y en la subcategoría de “Trastorno específico del aprendizaje (TEA)”.

Los niños disléxicos no pueden leer o lo hacen mal, ya que pueden presentar repeticiones, adiciones o sustituciones, les cuesta copiar del pizarrón, necesitan siempre más tiempo, no comprenden lo que leen, les cuesta escribir y tienen mala ortografía.

Sobre la detección temprana la de la patología, el especialista indicó que “si bien es posible detectar algunos signos en edades tempranas, un diagnóstico de dislexia no puede hacerse hasta los 9 años porque hay niños que hasta los 7 u 8 años no tienen una lectura fluida y no por eso tienen ‘dificultad’”.

“Ahora bien, también sucede que en muchas ocasiones los chicos son tildados de ‘vagos’, o que nos les interesa la escuela, y no se detecta que existe un problema. Esto afecta su autoestima y empeora la condición”, agregó Benavente.

En el mismo sentido, Juan Manuel Ferrer, Jefe de Neurología Infantil del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), sostuvo que “el problema principal es que en general los disléxicos tienen un coeficiente intelectual normal pero no lo pueden utilizar, entonces se frustran, bajan su autoestima y abandonan lo que hacen, entrando en un círculo vicioso”.

El neurólogo describió que “hace poco tiempo se observó en las personas con la patología que el flujo cerebral es menor en las áreas que están implicadas en el proceso de la lectura”.

“También es una patología que se asocia a cargas genéticas, ya que más del 60 por ciento de los chicos con Dislexia tiene antecedentes familiares y en el consultorio esto se ve con claridad y cuando uno indaga los padres suelen decir que ´a ellos les pasaba lo mismo cuando eran chicos´”, indicó.

Los tratamientos para este trastorno son multidisciplinarios pero en lo que refiere a la escuela, ambos especialistas indicaron que “no requieren cambios curriculares drásticos, sino adaptaciones concretas”.

“Darles más tiempo para que copien del pizarrón, permitirles escribir en imprenta, fraccionar las pruebas en partes, si se evalúan contenido no restar puntaje por la ortografía, son algunos ejemplos de las medidas que se pueden llevar adelante para facilitar el aprendizaje”, concluyó Ferrer.

Sobre el Día                                                                                                                                                                                               Cada 8 de noviembre se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de la Dislexia con el objetivo de generar conciencia sobre esta dificultad que, según la INEBA, afecta al 10 por ciento de la población global.                                                                                                                    Nomyc-8-11-18

 

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