Descubren dos nuevas especies de crustáceos en los fondos marinos de Galicia

La fauna de los fondos profundos del océano suele ser poco conocida por la dificultad de muestrear a grandes profundidades pero un equipo de investigación de la Estación de Biología Marina de la Graña en Galicia pudo hallar varias especies nuevas que habitan los fondos profundos

Buenos Aires-(Nomyc)-En los fondos de la plataforma continental y el talud habitan ricas comunidades faunísticas y en los años 2002, 2003, 2008 y 2009, la Estación de Biología Marina de la Graña de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) llevó a cabo diferentes expediciones oceanográficas para conocer estos ecosistemas y en las diferentes campañas, aunque tuvieran distintos objetivos, todas perseguían identificar y categorizar esta fauna bentónica, es decir animales que viven asociados al fondo marino, al ser muy rara y poco conocida.

Como resultado de estos trabajos de búsqueda, a mil metros de profundidad, se han descubierto varias nuevas especies y un estudio de la universidad gallega acaba de describir dos de ellas como nuevos crustáceos que pertenecen a las familias Photidae y Corophiidae, a las que han denominado Photis guerrai y Pareurystheus vitucoi, con características similares ya que ambas son especies ciegas y de pequeño tamaño, solo unos pocos milímetros.

“Este grupo de crustáceos es muy importante en los océanos porque representan la base de la cadena trófica en muchos ecosistemas marinos y entre otras muchas, algunas de las adaptaciones más habituales que presentan las especies animales a estas profundidades son la ausencia de estructuras visuales y el reducido tamaño, para soportar las grandes presiones”, dice Ramiro Rodríguez Tato, investigador de la USC que lidera el estudio publicado en la revista Zootaxa, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid.

Los ecosistemas de profundidad son muy diferentes a los que encontramos en aguas costeras más superficiales ya que a estas profundidades no llega la radiación solar y como consecuencia de ello no hay macroalgas, por lo que la producción primaria se ve limitada a la quimiosíntesis, que produce  una fuente de energía química.

Sin embargo, a diferencia de lo que se pensaba al principio, los fondos de grandes profundidades no son zonas sin vida y sobre esto Rodríguez Tato explica que “en estas áreas se encuentran ricas comunidades animales que se alimentan de la materia orgánica que se deposita paulatinamente desde la columna de agua”.

Dos crustáceos sin ojos pero muy diferentes                                                                                                                                                             Estos dos animales marinos tienen en común que carecen de ojos y en un entorno al que no llega la radiación solar, es decir, que se encuentra permanentemente en oscuridad, para muchas especies, los sistemas de orientación se centran más en receptores sensoriales químicos que en órganos visuales.

Pero al pertenecer a familias distintas las dos especies son muy diferentes ya que  por un lado, la primera del género “Photis”, que es muy común en aguas costeras, con proyecciones cefálicas laterales, llamadas lóbulos cefálicos, muy características, es una de las pocas especies de este grupo que carece de ojos.

“Únicamente otras tres de las 69 especies que existen carecen de este órgano de visión”, comenta el científico y además, “los lóbulos cefálicos en Photis guerrai no son redondeados, sino que tienen forma apuntada” agrega.

Por otra parte, el género “Pareurystheus es mucho menos común y la mayoría se han localizado en aguas de Japón.

“Pareurystheus vitucoi”, supone así el primer registro del género en el noroeste del Atlántico y este animal posee un quinto par de apéndices torácicos muy modificados y desarrollados, al contrario de P. vitucoi y es de pequeño tamaño y coloración blanca.

“Es única dentro del género por ser la primera descrita sin ojos”, asegura el científico.

Pero para los científicos es complicado explicar su comportamiento por la dificultad de la observación in situ de estos animales.

“Probablemente sean especies de hábitos detritívoros, que viven sobre el fondo marino excavando galerías en las que encuentran cobijo y alimento, ya que es el método más extendido entre los animales de este grupo que habitan a estas profundidades”, indica Rodríguez Tato.

Para la recoger las muestras se emplearon dragas de diferentes tipos, en este caso tres de arrastre, cada una diseñada para la extracción de un tipo determinado de muestra en un tipo concreto de fondo.

“Las comunidades de los fondos profundos de nuestro país se conocen muy poco todavía ya que estas dos especies son solo una pequeña fracción de los resultados de estas campañas y encontré diez nuevas especies, en las que aún estoy trabajando, aunque estas son solo dos de ellas”, concluye el investigador.                                                                                                                                                                      Nomyc-26-9-17

 

 

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